El antofagastino Bastián Malla, campeón del mundo Sub 14 en el 2010, estuvo retirado del tenis entre agosto y septiembre de 2017, pausa que le significó salir prácticamente del Ranking ATP.
Sin embargo, el deportista lentamente está regresando a las canchas, bajo la supervisión técnica del exjugador argentino Guillermo Pérez Roldán, quien lo motivó a continuar.
Problemas familiares y personales terminaron alejando del tenis a esta joven promesa nacional. Hoy, el antofagastino se ubica en el puesto 902° de la clasificación, y su objetivo es terminar el 2018 dentro de los 300 mejores del mundo.
El primer desafío para este jugador de 21 años es viajar en abril a Brasil para competir en cuatro torneos Futuro, certámenes que podrían marcar un antes y un después en esta nueva etapa de su carrera.
En su minuto eras la gran carta del tenis nacional, ¿qué sucedió en el camino?
-La verdad es que dejé de jugar por problemas personales y familiares, y eso me fue desmotivando. Además, mi padre me dejó de apoyar a fines de 2016 y a raíz de ello dejé de tener entrenador, comencé a viajar solo, y eso cuesta, porque no hay nadie detrás que te empuje.
Fue un momento muy complicado. Incluso gasté todos los ahorros que había ganado en los torneos. Debía solventarme y eso agregó mucha presión.
¿Por qué llegaste a estar en esta situación tan complicada?
-Esto sucedió debido a mi decisión de viajar solo. Quería independizarme, ir de forma individual a los torneos para quitarme un poco de presión, y desde ese momento mi padre decidió no apoyarme.
¿Qué te motivó a retornar al tenis profesional y competir nuevamente en torneos?
-Conocí a mi actual preparador físico y me dijo que por qué no iba a probar suerte a la academia de Guillermo Pérez Roldán, tuve una reunión con él y ahora llevo seis meses entrenando. Ellos me comenzaron a ayudar y a tirar para arriba.
En aquel momento me nominaron para los Juegos Bolivarianos (noviembre 2017), para los cuales me preparé como dos meses. Me costó volver, porque todavía no tenía ritmo.
Tras la decisión de retornar a este deporte, ¿tu padre te volvió a apoyarte?
-Después del Futuro 3 de Antofagasta (diciembre 2017), donde me desgarré y estuve cerca de un mes parado, volví a la competencia a principios de enero de 2018 y comencé muy motivado, esto debido también a que mi padre me empezó a apoyar nuevamente.
Desde ese momento comencé a entrenar en doble turno, tenía más ayuda y eso me alegró, porque el apoyo de la familia igual es importante.
¿Actualmente cuál es tu rutina de entrenamiento?
-De lunes a viernes a las 7.30 horas comienzo a calentar, porque mi entrenamiento empieza a las 8 horas. Inicio con un trote en la trotadora, luego calentamiento físico en cancha y ya de 9 a 11 horas realizo tenis.
Además de 11 a 12 horas hago trabajos físicos, pero hay días que trabajo dos horas. Después de 14:30 a 16:30 me dedico a practicar tenis, luego voy al gimnasio, donde suelto un poco, elongo y masajes.
En el tiempo que estuviste alejado, ¿tuviste la posibilidad hablar con otros jugadores como Nicolás Jarry y Christian Garín?
-La verdad es que no he tenido mucha comunicación con ellos. Cuando decidí retirarme dejé todo el tenis de lado, no me relacionaba con gente que tuviera que ver con la disciplina. Necesitaba cambiar un poco mi vida y darme cuenta de muchas otras cosas.
¿Tampoco con Marcelo Ríos, Nicolás Massú o Fernando González?
-Tampoco he sabido nada de ellos. Yo creo que cuando mejore el ranking y me empiece a ir mejor, se acercarán solos.
¿Qué opinas del buen momento que está viviendo Nicolás Jarry?
-La verdad que es importante que Jarry esté destacando en el tenis nacional, porque esto va motivando mucho a los niños que vienen de abajo. Yo me siento feliz por él, viene realizando un buen trabajo hace bastante tiempo, junto a su equipo, cosa que yo no hice.
Expectativas
¿Cuáles son tus expectativas tras tu regreso al tenis?
-Mis expectativas son sentirme mejor cada día dentro de la cancha y tratar de recuperar lo más pronto el ranking que tenía cuando dejé de jugar tenis. La idea es estar 300 del mundo de aquí a fin de año y ya para el 2019 tratar de estar dentro de los 150 o bordeando el top 100.
No tengo el objetivo de participar de altos torneos, ya que el objetivo es reinsertarme en la competencia. Estuve harto tiempo sin participar de campeonatos, pero es bueno también ponerme pruebas.
"La verdad es que dejé de jugar por problemas personales y familiares (...) Además mi padre me dejó de apoyar a fines de 2016"."