La visita que el Papa Francisco realizará a Chile entre el 15 y el 18 de enero próximo ha despertado un gran interés de parte de los fieles católicos. El pontífice de 81 años oficiará tres misas masivas, en el Parque O'Higgins, de Santiago el martes 16, en la base aérea de Maquehue, de Temuco, el día 17, y finalmente en Iquique, al día siguiente. Se prevé que miles de personas se desplazarán desde ciudades cercanas para participar en esos oficios.
Hace poco más de cuatro años, el 13 de marzo de 2013, el cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI eligió como Papa a Jorge Mario Bergoglio, quien manifestó su voluntad de ser conocido como Francisco, en honor al santo de Asís. Es el primer papa jesuita, el primero proveniente del hemisferio sur y el primero originario de América. Francisco es reconocido por su humildad, adhesión a la opción preferencial por los pobres y su compromiso de diálogo con personas de diferentes orígenes y credos.
La palabra del pontífice es importante, entonces, sobre todo en su llamado a los respectivos gobiernos para preocuparte verdaderamente de los más pobres, de los que sufren y de quienes han perdido la esperanza.
También se le reconoce que se haya involucrado para plantear la alerta por el cambio climático y ha criticado duramente a quienes niegan que exista ese riesgo para el planeta. Ha llegado a decir que "El hombre es un estúpido, es un testarudo que no ve". Debe recordarse que el Pontífice entregó la encíclica "Laudato si", una categórica carta al mundo dando cuenta de los impactos de nuestras acciones sobre el planeta.
Sin lugar a dudas que el jefe de la Iglesia tiene mucho que decir, en especial con las conversaciones que abrirá respecto de la pobreza, la migración, los pueblos originarios, el medioambiente y la vida moderna. Sería soberbio no estar dispuesto a escuchar o debatir respecto de aquéllos puntos y otros que, sin duda, aparecerán.
Seamos o no fieles católicos, Francisco trae diálogos interesantes, que vale la pena oír, y eso es lo que debe primar, más allá de las polémicas menores que algunos intentan levantar.