A pesar que la Región de Antofagasta recibió 827.729 turistas durante el 2016, cifra que representa el 8,7% del total nacional, según los datos de Sernatur, debe decirse que el desarrollo de la actividad es bastante desigual.
Por un lado tenemos la costa y la pampa, que no se caracterizan por esta oferta, y por otro, el altiplano, con San Pedro de Atacama como foco, con un desarrollo muy notable, al punto que esa zona es uno de los destinos más reconocidos del país en el mundo.
Al respecto, Sernatur ha comentado que iniciaron una campaña de difusión turística, lo que es siempre positivo y además muy necesario.
Por ejemplo, en estos días, y desde hace algunos años, la cantidad de brasileños presentes en el altiplano es realmente sorprendente. ¿Cómo llegan? ¿Qué los motiva? ¿Cómo se enteraron del destino? Son preguntas que no son fáciles de responder. La mayoría lo hizo porque San Pedro se ha convertido en una marca mundial.
Lo mismo pasa con los europeos, norteamericanos y japoneses, que también eligen a esa zona de la región para pasar sus vacaciones de una manera activa.
Esa zona es mucho más que el pueblo, o sitios como el Valle de la Luna o los pukarás. Es todo un circuito que incluye volcanes, poblados como Machuca, Peine, Toconao, San Santiago de Río Grande; es también una cultura ancestral que está viva y que hay que cuidar; son las lagunas, la limpidez del cielo; la fauna y una naturaleza realmente sorprendente.
Vale decir, tenemos un destino de clase mundial que puede irradiar a otros espacios de nuestra región, que hoy son desconocidos para esos turistas de larga distancia y que están dispuestos a conocer la costa, o la pampa, si nos preparamos para ello.
Difícilmente podremos vender "sol y playas" al estilo Caribe. La oportunidad de nuestra tierra está en ofrecer aquello en lo que somos fuertes, en potenciar los atributos de un turismo vinculado a los intereses especiales. Por ello, la promoción, especialmente en el exterior, es fundamental y prioritario.
Tenemos la chance real de generar una industria poderosa, pero hay que pensar en grande.