Sobrecoge la historia de Daniel, una persona que duerme cerca del estadio, lava autos en la mañana y en la tarde recorre media ciudad a pie hasta la comunidad terapéutica Tabor para participar de talleres de rehabilitación. Cuando este medio habló con él, llevaba seis meses sin consumir cocaína.
Mario no siempre fue pobre. En Valparaíso tenía un buen trabajo como mecánico y su propio vehículo. Pero cuando murió su mamá, cayó en una depresión y terminó en Antofagasta, durmiendo en una playa. "Me da vergüenza decirlo, pero me abandoné, terminé comiendo de la basura", dice. Hace un año, gracias a la ayuda también de la comunidad Tabor, logró reinsertarse en un trabajo y actualmente arrienda una pieza. Ya no está en situación de calle.
Hay muchos ejemplos de personas que abandonaron la calle en Antofagasta. Por eso lo más conveniente sería seguir los ejemplos de la Fundación Tabor o el Hogar de Cristo, los que distan mucho de lo propuesto actualmente por nuestro Concejo Municipal.
Toda Antofagasta reaccionó con indignación cuando falleció un adulto mayor a manos de un limpiaparabrisas. La ciudadanía exigió orden, control, tolerancia cero. Fue una respuesta muy humana ante un hecho de violencia. Pero pasada la ira de los primeros días, era esperable que todos hiciéramos una reflexión mayor sobre la vulnerabilidad en que se encuentran amplios sectores de Antofagasta y cómo podemos dar respuestas inteligentes a este problema. Pero la solución que se impuso esta semana no parece razonable en tanto es inaplicable.
La municipalidad catastró a un grupo de personas en situación de calle e informó que el 15% de ellos tenía antecedentes. De lo que se desprende que el 85% no los tenía.
Daniel y Mario, que no tienen nada que ver con el crimen de la costanera y no tienen antecedentes, tienen la posibilidad cierta de reinsertarse, de abandonar las drogas, de reencontrarse con sus familias. Pero una ordenanza que los multa por dormir en la calle no les ayudará. Por el contrario, les impondrá una carga de dinero que seguramente no podrán pagar y que los convertirá en infractores.