"Creo que mi hermano tiene muchas posibilidades de ganar en segunda vuelta"
El jueves fue el último día que el director de la Escuela Juan López, Francisco Guillier, habló por teléfono con su hermano: El senador y aspirante a la presidencia, Alejandro Guillier.
Desde que el candidato asumió su actual cargo, comparten un departamento en el sector sur de la ciudad. Pero no se ven mucho. Así lo cuenta Francisco, quien es su acérrimo defensor. "A veces estoy sentado con él en el sillón del departamento y en la tele la gente lo critica y dice que él no viene a la región. Y yo digo ¿entonces estoy viendo un fantasma? Pero si está al lado mío".
Francisco es profesor de Historia y es director de esta escuela desde hace cinco años.
¿Le molesta que critiquen a su hermano?
-Sí porque yo no puedo explicarle a la gente que él sí está acá, que se queda conmigo en el departamento, que llega a las 11 de la noche, muerto de cansado porque viajó por la región. No siempre está en la ciudad, pero está en otras comunas. Pero la gente no sabe eso.
Al principio las críticas me preocupaban mucho y me generaba impotencia. Después, cuando pasan esas cosas, digo que lo hacen porque él es más peligroso. Ahora casi que me río.
¿Cuándo les contó que quería ser candidato a la presidencia? ¿Qué les pasó?
-No nos sorprendió. Él lo conversó conmigo pero no en tono de consulta sino que simplemente nos contó. Hace rato le estaban ofreciendo eso. La misma gente le decía que lo hiciera. Nosotros estamos orgullosos, pero eso se fue dando en forma natural. Todavía no engancho con que está de candidato. Todavía no lo dimensionamos.
Aquí la gente piensa que me van a sacar de la escuela y me van a llevar de ministro, pero eso no es así.
¿Qué posibilidades le ve al senador?
-Eso, que tiene posibilidades. Lamentablemente las condiciones no se han dado de manera ideal. Hay una centroizquierda que no está bien cuajada. Se escapan parte hacia los lados y no encuentran acuerdos. Todo eso hace que la situación no sea clara.
El ambiente entre los candidatos es a veces muy hostil. Sin embargo, el senador tiene muy buena relación con Beatriz Sánchez...
-Yo a ella le tengo mucha estimación. Alejandro la quiere mucho. A Carolina Goic también la respeta mucho. Él es un caballero y siempre va a respetar a las mujeres. Con Beatriz trabajó durante años. Cuando Alejandro dejó La Red ella se puso a llorar y le dijo que nunca había tenido la oportunidad de conocer una persona tan honesta como mi hermano.
Ahora verla de rival me da pena porque yo digo: ¿Qué sentirá mi hermano?
Usted también habló de sus colegas de Tolerancia Cero...
-A mí realmente me dan vergüenza porque hay una falta de ética tremenda y todo pasa por tener más rating. Alejandro fue un buen periodista y respetuoso de quienes entrevistó. Ahora los candidatos entran al set y los periodistas se ponen como perros rabiosos. A Fernando Paulsen lo tuve en mi casa comiendo en La Serena.
No entiendo por qué se pusieron así. Alejandro los estimaba mucho, él ha tenido un 'cuero de chancho' impresionante.
Familia
Mientras se acomoda en el sillón instalado en su oficina, Francisco habla con gran soltura sobre su familia.
De hecho, cuenta que él y el senador están expectantes a la llegada de su hermana quien arribará a Chile durante los próximos días para alcanzar a votar en las elecciones del 19 de noviembre.
¿Cuántos hermanos son?
-Somos cinco. Tres vivimos en Antofagasta, Alejandro en Santiago y mi hermana menor vive en Estados Unidos. Somos muy unidos, somos de los que nos besuqueamos, nos abrazamos y todas esas cosas. Pero somos todos muy diferentes, mis hermanas son artistas, mi otro hermano trabaja en el puerto de Escondida y Alejandro en política.
¿Y con el senador eran muy diferentes?
-Yo era el fiestero, amiguero y desordenado, mientras que Alejandro siempre fue el intelectual. Por eso te digo que el rumbo que tomó mi hermano sorprende. Él siempre fue mucho más maduro. Estuvo comprometido con temas sociales y la política de la época. Yo, en tanto, estaba pasándola bien. Lo que sí todos los hermanos tenemos mucha facilidad para dibujar, incluyendo a Alejandro, él tiene harto talento.
Unidos
Francisco tiene 61 años y hace cinco años que dirige el establecimiento de calle Colo Colo. Asegura que siempre supo que su hermano estaría ligado a la política o al periodismo.
"El chofer de la empresa donde trabajaba mi papá le dijo a mi mamá que Alejandro tenía que ser periodista porque realmente no paraba de hablar. De hecho, una vez el chofer estaba mirando hacia otro lado mientras Alejandro le hablaba y como no le tomaba atención, mi hermano le tomó la cara y le pidió que lo escuchara", recuerda.
¿Cómo llegan los Guillier a Antofagasta?
-Lo que pasa es que mi papá era ingeniero civil del Ministerio de Obras Públicas y era uno de los pocos que estaba especializado en temas de agua y dada la escasez de este elemento en el norte, todos los gobiernos lo enviaban al norte. Nosotros nos vinimos a vivir con camas y petacas como cuatro veces a Antofagasta y en una de esas veces, nací yo y también mi hermana menor. A los dos meses Alejandro se vino a vivir. Como anécdota, estudié en ocho distintos colegios por los traslados de mi papá.
¿Y cómo es que se fueron disgregando?
-Mi familia pensaba que nosotros nos íbamos a quedar aquí. De hecho, cuando mi padre jubiló se quedó haciendo clases en las universidades de aquí. Ahora, cuando mi papá empezó a decaer, ellos pensaron que lo mejor era devolverse a la Cuarta Región porque era un clima bueno y además era mucho más económico que aquí.
Y en esa opción ya Alejandro había emprendido vuelo. Finalmente yo y mi hermana menor nos fuimos a La Serena. Pero por cosas de trabajo volvimos.
Vida pública
Usted estuvo trabajando en una universidad en La Serena, también vivió en Vicuña, ¿por qué volvió a esta ciudad?
-Yo soy muy amigo de Carlos Sánchez, en ese entonces, era director de Educación y él me pidió ayuda para este colegio. Así que me vine y aquí estoy, llevo cinco años como director.
El mismo colegio donde votó su hermano cuando se postulaba a senador...
-Sí, fue una coincidencia. Yo votaba en otro colegio. Creo que lo cambiaron de sede ahora.
Para su familia, ¿cómo ha sido lidiar siempre con la vida pública? No lo digo sólo por la carrera política sino que también la televisiva...
-Cuando estaba en la televisión fue muy entretenido. Nos gustaba mucho ver sus programas. A mi mamá se le inflaba el pecho como Pato de Silabario (ríe). Pero ahora que está en la política no todo es sonrisa. Hay muchas rivalidades. A veces a diferencia de lo que se podía pensar, no es tan positivo para nosotros como familia. Por ejemplo, mi hijo es periodista y no tiene trabajo y no lo tiene porque lo asocian a Alejandro.
"Cuando estaba en la televisión fue muy entretenido. Nos gustaba mucho ver sus programas. A mi mamá se le inflaba el pecho como Pato de Silabario"."