Reserva Natural La Chimba: un santuario en constante amenaza
MEDIO AMBIENTE. Desde septiembre Conaf -en colaboración con la UCN- ejecutan una serie de medidas de remediación ambiental para recuperar la reserva natural. La idea es que en 2018 se pueda acceder a este sector protegido a través de visitas guiadas y dirigidas a colegios vulnerables de la ciudad.
Con un microclima ideal, que da al área una característica única, permitiendo el afloramiento de especies que por sus condiciones naturales no se dan en otras áreas de la región, la Reserva Natural La Chimba despierta el interés de los antofagastinos por visitarla, aunque muchas veces con consecuencias negativas para el ecosistema del lugar.
En las últimas décadas los impactos de origen antrópicos (intervención humana) provocaron un franco deterioro en el estado de la vegetación de la reserva natural y por consecuencia afectan a la fauna que allí habita. Una alta presencia de bolsa plásticas, fogatas y quemas de residuos industriales y desechos de actividades recreativas, son algunos de los factores externos que ponen en peligro este santuario de la biodiversidad.
Es por ello que desde septiembre de este año Conaf -en conjunto con el Parque Científico Tecnológico de la Universidad Católica del Norte- se encuentran ejecutando un proyecto FNDR 2% para un saneamiento ambiental básico y puesta en valor del área.
Hasta el momento realizaron trabajos de demolición de estructuras al interior del área protegida y movimiento de tierras donde se espera eliminar los pasivos ambientales producto de las quemas de neumáticos al interior de las quebradas "La Chimba" y "Guanaco".
Alejandro Santoro, director regional de Conaf, explicó que dichas labores se van a sumar a un proyecto mayor ya adjudicado, a ejecutar durante 2018 en la Reserva Natural La Chimba.
"La primera parte del proyecto -que ya está en ejecución- implica una limpieza y rescate de la zona removiendo suelo para sacar restos de grasa y petróleo, remoción de escombros y antiguas edificaciones que se levantaron en el lugar. La segunda etapa contempla la instalación de señalética informativa y de seguridad. Además está considerada la visita de colegios de tal manera que sean los estudiantes los que van percibiendo la importancia y el valor que tiene esta zona protegida", enfatizó Santoro.
Para mañana Conaf tiene contemplada una campaña de limpieza de ambas quebradas (La Chimba y Guanaco), a la que invitan a los antofagastinos a colaborar con las labores de saneamiento. Para esta última instancia, se dispondrá de transporte y alimentación para los voluntarios que se sumen a la limpieza.
Deterioro
La principal causa en el deterioro de este ecosistema es la intervención humana. Partiendo desde la época en que era utilizada para pastoreo de animales hasta la instalación del vertedero municipal ubicado en la entrada de la reserva.
"En la reserva hay tres problemas históricos. Por una parte existía una costumbre de los antofagastinos que tiene que ver con ir a cosechar flores. Otro situación es que hasta mediados de la década del 40 la quebrada se utilizó como una zona de pastoreo de ovejas y cabras, lo que sin duda provocó un deterioro al área en cuestión", explicó.
En cuanto a la presencia de especies de flora registradas, el profesional señala que el escenario ha sido favorable en los últimos años.
"Hasta que se hizo el primer catastro florístico que realizó la profesora Mabel Salgado en 1966, como parte de una tesis de grado, ella reporta cerca de 67 especies de flora nativa, sin considerar las cactáceas. A pesar de la intervención antrópica, es decir por la participación del hombre en las últimas 3 o 4 décadas, en los últimos años se han reportando más de 100 especies distintas de flora en el lugar, lo que es muy positivo porque nos da esperanza que arbitrando medidas de manejo y protección de la flora, ésta se va a recuperar en el mediano y largo plazo".
Además Santoro sostuvo que, "es interesante destacar que al recuperar la flora le damos una mayor oferta alimentaria para toda la micro y macro fauna que existe en el lugar.
Educación
Una de las agrupaciones que se ha preocupado por el registro de la flora y fauna que habita en el sector de la Reserva Nacional La Chimba es "Caminantes del desierto", procurando revertir su destrucción basados en la premisa de educar y difundir sobre su existencia y deterioro.
"La gente tiene que entender que no puede seguir destruyendo el medio ambiente y todo esto se logra con educación. El municipio debería gastar los recursos en educar. Como ciudadanos tenemos un montón de falencias que se resuelven enseñándoles a las personas a cuidar el lugar en el que viven. Para eso hay que empezar por las nuevas generaciones a explicarles por qué es importante cuidar el planeta. No es posible que la gente aún siga botando basura en La Chimba. La única solución es poner normas sancionatorias ejemplares", puntualizó Mauricio Quezada, presidente de "Caminantes del Desierto".
Por último, Quezada enfatizó que resulta necesario pensar en un proyecto a largo plazo de recuperación y conservación de la reserva natural La Chimba.
Alejandro Santoro,, director, regional, de Conaf"
"La primera parte del proyecto implica una limpieza y rescate de la zona removiendo suelo para sacar restos de grasa y petróleo"."
Contaminantes plásticos
El director regional de Conaf, Alejandro Santoro, advirtió que el impacto negativo más serio "es la alta presencia de contaminantes plásticos como son las bolsas. La mayoría de estos agentes contaminantes llegan por efecto del viento desde el vertedero municipal ubicado inmediatamente bajo la entrada a la reserva".
Mauricio, Quezada,, presidente, "Caminantes, del desierto""
"La gente tiene que entender que no puede seguir destruyendo el medio ambiente y todo esto se logra con educación"."
2.583 hectáreas conforman la Reserva Nacional La Chimba. El sector presenta paisajes de gran belleza escénica, donde se pueden realizar caminatas, observación de flora y fauna silvestre.
18 kilómetros al norte del centro de la ciudad se localiza esta zona protegida. Se encuentra ubicada en los faldeos occidentales de la cordillera de la Costa e incorpora un espacio geográfico representativo del desierto costero.
1988 fue declarada como reserva natural por parte del Ministerio de Agricultura, motivado por la degradación antrópica del sector. También es posible encontrar presencia de aguadas salinas.