"Mataperros"
El concepto yace casi olvidado. Fue avasallado, sepultado por la expresión "patiperro", que en mi juicio es diferente. Cuando chicos, nos decían "mataperros", como sinónimo de "atorrante". Y el verbo "mataperrear" refería al andar sin rumbo ni quehaceres, inventando bromas, travesuras o maldades. La ociosidad nos invitaba a vagabundear y a hacer estropicios. La sanción que por ello se recibía, nos dejaba dolorosas huellas en las nalgas.
Hoy, "patiperro" es sinónimo de viajero empedernido, el "linyera" de ayer, hoy es el "patiperro". La TV mostró chilenos alrededor del mundo y el concepto "prendió".
Pero, volvamos a lo de "mataperros".
Remontémonos a la historia, a la Guerra del Pacífico. El 26 de mayo de 1879, el "Huascar", ensoberbecido por el triunfo en Iquique, llegó hasta nuestro puerto, con la intención de provocar el mayor daño posible a las naves chilenas que transportaban tropas y pertrechos. Pero apuntó sus bocas de fuego para destruir las resacadoras de agua. (Las "desaladoras", de aquellos años). Así, obligaría a las tropas acantonadas, a rendirse, agobiadas por la sed.
Sin embargo, pese al intenso cañoneo, ningún proyectil hizo blanco. Unos quedaron "largos" y cayeron en los cerros. Otros, se hundieron en las aguas, levantando enormes columnas. Las andanadas -dada la mala puntería de los artilleros ingleses- fueron vanas. Y los antofagastinos respiraron tranquilos, con una sonrisa nerviosa y burlona. Solo hubo una víctima del fuego del monitor, como lo refiere un informe evacuado ese día.
Señalaba que un perro, encadenado al cierre perimetral de la Compañía de Salitres, recibió un impacto pleno. El noble bruto pasó a mejor vida sin entender cómo y por qué. Conocido el hecho por la opinión pública local, la genial inventiva del chileno no tardó en rebautizar al monitor peruano como "el mataperros"… Así, cada vez que el navío peruano aparecía en el horizonte, los antofagastinos no tardaban en afirmar, con manifiesta sorna… ¡"Mataperros" a la vistaaa…!
Jaime N. Alvarado García