Las principales compañías mineras del mundo, con la presentación en Toronto en 2002 del estudio MMSD, dan fin al GMI que los agrupaba y como una muestra de su nueva voluntad de cambio crean el International Council on Mining and Metals (ICMM). En mayo de 2003, el Consejo del ICMM aprobó sus principios, los cuales se basan en el documento MMSD y comprometió a sus miembros corporativos a medir su desempeño en términos de desarrollo sustentable a la luz de estos principios.
Estos principios son 10 y debiesen ser conocidos por todos los actores públicos y privados, en particular en nuestra región. Un ejemplo, el 9°, "Contribuir al desarrollo social, económico e institucional de las comunidades situadas en nuestras áreas de operación".
Las mineras, deben demostrar e informar anualmente cómo están haciendo efectiva la aplicación de sus principios. Para eso el ICMM elaboró en conjunto con la Global Reporting Initiative (GRI) un sistema certificable de presentación de memorias ajustado a las características de la industria, denominado "Guía para la elaboración de un informe de sostenibilidad", el cual al 2014 ya está en su cuarta versión.
¿Qué sucede con esos informes?
Hace algunos años, visitó nuestra región una alta ejecutiva del ICMM que nos comentaba que recibía en Londres los informes de sustentabilidad de todas las compañías mineras del mundo. Junto a lo anterior le llegaban también, comentarios de diversas ONGs y organizaciones de la comunidad de donde esas compañías trabajaban, pero que desde Chile no recibía más que los informes de las empresas.
Debemos reconocer que efectivamente en nuestra región no existe instancia alguna que confronte o verifique que lo que las empresas mineras están haciendo a nivel local para cumplir con sus propios principios. Es más, en lo que hacen ¿fuimos siquiera consultados?
Hoy comprobamos que lamentablemente y por diversas señales que provienen principalmente del Estado a nivel central, el compromiso local de la minería, ese que dice con "las comunidades situadas en nuestras áreas de operación" no es tal. Empresas mineras y proveedoras de la minería que tuvieron sus gerencias en Antofagasta se han ido a Santiago. En su último informe de sustentabilidad Minera Escondida reconoce que, su gasto en proveedores es sólo de un 16% en Antofagasta y el 80% lo hace en la Región Metropolitana.
Cuando la minería se agote será Antofagasta la que colapse, el resto del país seguirá con sus bosques, su fruta, sus vinos y salmones y por tanto somos nosotros quienes debemos empoderarnos y exigir el cumplimiento local y no nacional de los compromisos de las compañías mineras con el desarrollo de nuestras comunidades.
Antonio Sánchez
Presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta