Daniel Contreras Palma
Jorge Torres Sánchez (38) es conocido en nuestra ciudad por su incondicional amor por Club de Deportes Antofagasta, pasión que deja de manifiesto cada vez que el equipo de toda su vida salta a la cancha del Estadio Regional.
Tanto es así que desde hace al menos 10 años este esposo y padre de familia es la persona tras el disfraz del carismático "Pumita" del CDA. Una función que sagradamente cumple sin recibir ningún recompensa más que el cariño de los hinchas.
Es justamente este tipo de labores desinteresadas las que hoy tienen a Jorge Torres como uno de los cinco finalistas del concurso "Camiseteados", proyecto que busca visibilizar, celebrar y premiar a personas comunes que llevan a cabo tareas extraordinarias con las que impactan a las comunidades en las que se desenvuelven.
Una iniciativa que tuvo como ganador en su primera versión a otro antofagastino, el doctor Pedro Ziede.
En esta oportunidad, Torres fue seleccionado por su tarea de rescatar y recuperar espacios públicos. Así como mantener y conservar el patrimonio de la ciudad, creando conciencia a la ciudadanía de la importancia de nuestros monumentos, estatuas y su historia.
En esta entrevista conoceremos sobre este plausible labor que ha desarrollado de manera silenciosa durante los últimos años, contribuyendo a mantener la identidad de Antofagasta.
¿Cómo surgió la posibilidad de participar como uno de los cinco seleccionados para ser el nuevo "Camiseteado"?
-Postulé el año pasado y este año volví a postular. Mi misión es mostrarle a la comunidad como cuidar el patrimonio. En ese sentido, creo que la gente en Antofagasta no toma esta labor con la seriedad que merece. Por lo mismo me decidí a postular para que el mensaje se masifique y así llegar a más personas.
¿Qué te motiva a realizar este tipo de intervenciones?
-Mi amor por Antofagasta. Quiero mucho mi ciudad y la respeto. Me da pena ver que los monumentos no se cuiden y no se valoren. A nosotros desde chicos nos inculcaron que Antofagasta es "La Perla del Norte", por eso ver ahora todos nuestros monumentos rayados, es lamentable. Me da mucha pena no poder mostrarle a mi hijo la Antofagasta que conocimos nosotros.
Identidad
¿En qué momento empezaste con esta iniciativa?
-Llevo varios años viendo que en Antofagasta nosotros como ciudadanos no nos preocupamos por nuestros monumentos. No hay que esperar a que las autoridades se hagan cargo de recuperar estos espacios públicos, si no que nosotros mismos debemos preocuparnos mejorar nuestro patrimonio. No cuesta nada meternos la mano al bolsillo, comprar un tarro de pintura, un par de brochas y ayudar a que nuestro entorno se vea mucho mejor.
¿Recuerdas cuál fue el primer monumento que interviniste?
-La primera intervención grande que hice fue la escultura en homenaje al Padre Alberto Hurtado ubicada en el Paseo Prat con calle Matta. Antes de eso había realizado trabajos pequeños de recuperación pero nada tan notorio. De ahí en adelante la gente empezó a conocer sobre esta iniciativa.
¿Cómo financias estas intervenciones de "restauración"?
-Con mis propios medios o a veces la gente se acerca cuando estoy pintando alguna escultura y me regala pintura. La mayoría es gente común y corriente que siente un gran amor por Antofagasta al igual que yo. Para hacer este tipo de intervenciones no se necesitan grandes recursos. Lo que se requiere es el compromiso de la gente por hacer algo por su ciudad.
¿Cuál crees que es el compromiso de los antofagastinos con su ciudad?
-Creo que todavía le falta a la gente culturizarse e interiorizarse más por lo que pasa en Antofagasta. Me parece que es necesario que en las escuelas les enseñen a los niños, por ejemplo, quién fue Andrés Sabella o José Papic. Mientras eso no suceda nosotros mismos debemos preocuparnos de inculcarle a nuestros hijos el respeto por aquellas personas que fueron importantes Antofagasta.
Además de su quehacer como protector del patrimonio material de Antofagasta, Jorge Torres también cumple una importante labor solidaria dividiendo su tiempo para visitar a abuelitos en hogares de acogida y a pacientes complicados de salud en el Hospital Regional, disfrazado de corpóreo para entregar un momento de alegría.
por su ciudad"