Cristian Ascencio Ojeda
La basura es una de las principales amenazas que enfrenta el fenómeno de las floraciones. En un recorrido por el sector de Salar del Carmen, este medio comprobó en terreno como inescrupulosos siguen botando desechos a pocos metros de las flores. Posteriormente el viento arrastra las bolsas y los sacos (ver fotografía principal), los cuales terminan enredándose entre las plantas.
En los basurales clandestinos se puede encontrar material de construcción, muebles y artículos electrónicos (como televisores y computadores).
Los mayores basurales se encuentran a pocos metros de la carretera que une Antofagasta y Calama, pero también los hay en zonas alejadas, como en el sector Los Miradores, a casi 40 minutos de la ciudad, en un lugar de muy difícil acceso.
Basura reciente
Este fin de semana la agrupación Caminantes del Desierto se encontró con tres vehículos dejando basura en el sector Salar del Carmen. Dos de ellos huyeron del lugar al ser descubiertos y otro alcanzó a dejar abandonados unos sillones en una ladera.
El presidente de la agrupación, Mauricio Quezada, explica que justamente en esas quebradas, cuya importancia es desconocida para la mayoría de los antofagastinos, se pueden encontrar más de 20 especies de flora, "entre ellas las típicas cactáceas y también los arbustos que han crecido producto de las lluvias que dejan las laderas cubiertas de flores y cambian el color de los cerros, desde el blanco de las flores llamadas maripositas, hasta el amarillo intenso producto de las flores llamadas Rosita del campo, o el verde característico de la Tetragonia ovata y los lilas intensos de los narcisos".
En las floraciones además abundaban las mariposas, los colibríes y diversos tipos de lagartijas. "Es todo un ecosistema que aparece en medio del desierto", explica Quezada, quien agrega que la basura está poniendo en peligro estas especies, pues "al desintegrarse con el calor, todos los químicos caen en la tierra y eso puede afectar el material genético de las flores".
Educación
Para el medioambientalista, la solución pasa por educar a la población, pero también por imponer medidas ejemplificadoras a quienes dañen el patrimonio natural antofagastino. "Nunca hemos tenido una campaña para que la gente deje de botar basura. Antofagasta tiene un cordón de basurales en su alrededor y la mayoría son escombros de la construcción. Es decir, son empresas que prefieren no pagar para botar la basura en lugares autorizados. En el desierto florido de Atacama, en cambio, ONGs, autoridades y ciudadanía, se pusieron de acuerdo para proteger y relevar las floraciones".
Cabe recordar que actualmente una treintena de empresas están siendo investigadas por la Brigada de Delitos Medioambientales de la Policía de Investigaciones, debido a su presunta responsabilidad por basurales industriales clandestinos que han sido encontrados en diversos puntos alrededor de la capital regional.