V. Toloza Jiménez
Para más de alguien la vida de Joaquín Barañao bien pudiera calificarse de freak.
El concepto alude quien tiene un comportamiento o aspecto raros o extravagantes. En el caso de Barañao Díaz es una exageración, pero se sustenta en estos pilares. El autor de los exitosos libros "Historia universal freak" (volúmenes I y II), e "Historia freak del fútbol", acaba de lanzar "Historia freak de la música".
Hasta aquí todo bien, pero en sus historias aparecen algunas especies de anomalías impensadas. El autor es ingeniero civil especializado en ingeniería hidráulica; fue asesor parlamentario de Andrés Allamand, y luego pasó a trabajar en el gobierno de Sebastián Piñera, primero en el equipo de profesionales de la Presidencia y luego en la Subsecretaría del Interior liderada por Rodrigo Ubilla, ejerciendo el rol de coordinador de la reforma a la ley de migraciones entre 2011 y2014.
Y así, sorpresivamente derivó en la música, uno de sus goces evidentes.
"Historia freak de la música", es un texto nacido en Chile, pero de lectura fácil para cualquier occidental. Definitivamente muy recomendable si quiere entender las grandes carreteras recorridas por el arte de las musas desde la prehistoria hasta hoy.
¿Pero cómo terminó Barañao produciendo textos que resumen montañas de datos? Es el trabajo de años y resumida en el sitio www.datosfreak.org, una especie de nave nodriza de los textos generados en este tiempo.
Epifanía
Este es tu cuarto libro y siempre con lo freak. ¿Esto fue una secuencia programada en el tiempo o cómo salió?
- Estaba trabajando en una "pega" que sabía que tenía su fecha de término, entonces me compré un pasaje para viajar y escribir un libro, algo de historia universal y para ese tiempo tenía un sitio web que para entonces tenía 3.200 datos freak. Los datos estaban inconexos y me decidí a contarlos en un libro, con un relato único y coherente. Lo pasé tan bien que todo terminó convirtiéndose en un estilo de vida, en una ocupación principal. A partir de una epifanía que viví en Nueva York escuchando a David Bowie, dije: me voy a dedicar a esto.
Y cuando terminé "Historia universal", sabía que mi tema era la música y lo del fútbol fue algo posterior.
Algo extraordinario es que eres ingeniero. Esto lo haces por pasión…
- Lo disfruto mucho. Es un estilo, hace la historia más digerible, creo que es una manera de acercar la historia a mucha gente.
Tampoco es una cosa "ñoña".
- Tiene algunos conceptos "ñoños", pero está bien. Te daría un poco vuelta la pregunta. ¿Es un error que la palabra "ñoño" tenga una representación tan negativa? Si lo "ñoño" lo entendemos como el conocimiento sistemático, y en algunos casos detallado de algún tipo de temas, al final eso es fascinante. Cierta dosis de "ñoñería" hace la vida mejor.
Rock star de sobremesa
Barañao es director ejecutivo de la Fundación "La ruta natural", enfocada en temas ambientales y en un sitio web que explora rutas de montaña (wikiexplora.com).
Y su momento es bueno. El libro registra una buena recepción, lleva dos años en Amazon "y a mucha gente les ha permitido ser los 'rock star' de la sobremesa", apunta riendo.
Algunos ejemplos: Wolfgang Amadeus Mozart era empleado de la corte de Salzburgo, pero quería salir de allí. Viajó buscando empleo a otras ciudades, muchas veces de manera clandestina, lo que le valió ser calificado de "payaso y bribón" por el mayordomo del arzobispo, quien además le "dio una patada en el culo", luego de que le fuera aceptada la renuncia del músico.
O Elvis Presley, quien se ofreció ante el presidente norteamericano Richard Nixon como agente federal especial en la lucha contra las drogas.
"He hecho un estudio en profundidad del abuso de drogas y de las técnicas comunistas de lavado de cerebro y estoy justo en medio de todo el asunto", dijo el rey del rock.
Historias de este tipo, enlazadas con el devenir musical caracterizan el texto.
Hablas bien de toda la música, salvo del reguetón. ¿Por dónde van tus gustos musicales?
- (Risas) Algo que quizás no hice ver demasiado en el texto y que también detesto es el metal más pesado, extremo. Pero soy altamente promiscuo en muchas cosas. Este libro me ayudó a descubrir mucha otra. Me gustan muchas cosas doctas, pero en general las piezas de tempo rápido, los allegro, allegretto, los presto, oberturas de ópera y respecto a lo popular, Rush, The Beatles, Genesis con Peter Gabriel, Mumford and sons, Inti Illimani, en fin. Pero ni hip hop, ni reguetón, ni metal extremo.
Una cosa que deja el libro es que en el desarrollo de la música no hay una "secuencia lógica", hay mucho de fortuito, de casuística. Hay un mestizaje de situaciones políticas, raciales. ¿Cómo haces esa lectura, con la música occidental?
- Creo que esto de los desarrollos fortuitos, inesperados, producto del capricho de alguien, es algo que no sólo se encuentra en la música, sino en el desarrollo humano y se enmarca en una discusión interesante que es la interpretación de la historia. A uno suelen enseñarse historia enmarcada en los grandes próceres, en los pocos iluminados que nos van conduciendo y cuando te metes con cierta profundidad vas descubriendo que todos los seres humanos somos personas vivimos tratando de ahorrarnos pega, vivir una vida fácil y evitar el miedo y eso es lo que muchas veces, empuja las cosas.
De eso me hice más consciente escribiendo "La historia universal", la música es una expresión más.
Siempre las rupturas generan críticas, por los miedos. Pasó con Elvis, The Beatles, o The Rolling Stones, o el jazz, o incluso alguna música clásica.
¿Se puede intuir a futuro hacia dónde va el desarrollo de la música?
- Soy un convencido que los seres humanos no somos capaces de pronosticar hacia dónde van a ir las cosas. Creo que la única respuesta responsable es ¡no tengo carajo de idea!
"Siempre las rupturas generan críticas, por los miedos. Pasó con Elvis, The Beatles, o The Rolling Stones, o el jazz, o incluso alguna música clásica". "A uno suelen enseñarse historia de los grandes próceres, los pocos iluminados, pero cuando te metes con cierta profundidad vas descubriendo"."