Annabelle 2: La creación
Periodista, Magíster en Edu. Escritor, Académico U. A.
Contra todo pronóstico, 'Annabelle 2: La creación', ha sido saludada de buena manera por la crítica especializada y por el público por dos razones: supera en densidad argumental a la original de 2014 y porque se toma en serio el género en que navega que es el de terror, cuyas claves y convenciones son específicas para atrapar desde el comienzo.
De este modo, la terrorífica muñeca ahora se perfila con propiedad como un producto del cine terrorífico reconocible y respetado, mucho más que lo sucedido cuando apareció en 'El Conjuro', donde tenía un rol secundario en la trama de esa película, aun cuando alcanzó un nada desechable impacto apareciendo apenas unos pocos minutos en pantalla.
El éxito alcanzado en ese fragmento hizo aparecer 'Annabelle' que resultó un éxito en taquilla, a pesar de que la crítica la calificó lisa y llanamente como una de las peores películas del año. Analizando las causas se descubría algo que es fatal en el cine de terror: tratar de repetir la sensación de inseguridad y de miedo, con elementos burdos y consabidos.
Pese al fracaso de 'Annabelle' igual resultaba lógica la aparición de una secuela (algo que, por lo demás, a nadie sorprende en el estado creativo en que se encuentra la industria comercial de Hollywood). Esto se concretó con 'Annabelle 2: La creación', del director David F. Sandberg, logrando algo más que difícil a estas alturas: superar en calidad a la película original.
El principal mérito de este filme es que se encuentra mucho más cercano al terror de tipo psicológico de las películas antiguas, antes que a los efectismos baratos y exagerados de 'El conjuro 2' o 'Annabelle', por ejemplo y que denota el buen pulso que le imprimió el realizador Sandberg que sabe cómo aprovechar al máximo el suspenso.
Así, esta secuela de 'Annabelle' tuvo que reinventarse por completo, manteniendo en la producción al hábil director James Wan y al mismo guionista anterior, dejando en manos del director sueco David F. Sandberg la responsabilidad de reflotar a la muñeca diabólica, considerando su buen trabajo antes en 'Cuando las luces se apagan'. Gracias a su estilo diferente, esta película devuelve a la historia la necesaria sutileza y se centra en la tensión psicológica, dejando de lado toda la exagerada gama de efectos especiales y de trucos que el público se conoce de memoria.
De esta manera, es importante entender que 'Annabelle 2: La creación', es una precuela de la primera parte -película que se desarrolla antes de la original y que a su vez se desarrolla antes que El conjuro- y por esto, este filme retrocede hasta el momento en que se regresa a los orígenes de la muñeca.
En este caso, se revela cómo esta diabólica criatura fue creada por un juguetero en los años 40, producto de que él junto a su mujer perdieron a su hija en un atropello. Un poderoso demonio los engaña en medio de su dolor y ambos dejan que la muñeca sea poseída, obligándolos a encerrar en un armario por doce años esta muñeca, con la esperanza de mantener esa presencia contenida.
Tiempo después el matrimonio abre su hogar para que una monja y seis niñas huérfanas puedan alojarse en su caserón y, lógico, esas niñas son curiosas y empiezan a meterse en todos los lugares y rincones que nadie debería, abriendo puertas prohibidas, motivo por el cual la muñeca inicia una violenta escalada de terror, sangre y muerte.
Independiente de la calidad superior que tiene este entretenido filme, recomendable para los fanáticos de los sobresaltos, conviene destacar que tendremos saga para rato pues se acerca 'La Monja', centrado en el demonio que aparece en el filme 'El conjuro 2' y el director/productor James Wan se pondrá a trabajar en 'El conjuro 3' apenas finalice la dirección de 'Aquaman'. Si las próximas películas mantienen o suben la calidad de ésta, vale la pena estirar el cuento..
Víctor Bórquez N.