La ministra de Salud, Carmen Castillo, acudirá por segunda vez a la Comisión de su área en la Cámara de Diputados, para presentar propuestas con el objetivo de frenar el aumento de los contagios de VIH, que subieron un 45% entre los años 2010 y 2015, de acuerdo al último informe del Instituto de Salud Pública. Esta cifra se traduce en más de cuatro mil personas portadoras del virus.

En la sesión anterior de la instancia parlamentaria, el presidente de la corporación Sida Chile, Carlos Beltrán, afirmó que la enfermedad en el país "está fuera de control". Ayer, el representante señaló a Radio Bío-Bío que "el aumento en un 200% en los casos de gonorrea, y la subida desproporcionada en los casos de sífilis y hepatitis de transmisión sexual, hacen evidente que la prevención no está funcionando. No se trata de criticar una estrategia en particular, sino que de decir se requiere rediseñar las estrategias de prevención".

Para Castillo, disminuir los 20 contagios y las cinco muertes diarias que se producen en el país por este tipo de patologías, no es sólo tarea de su cartera, sino que de la sociedad entera: "Para nosotros es importante que otras entidades y otros ministerios se sumen a esta labor, y creemos que aquí no es quién es culpable, sino que cómo solucionamos la problemática".

"Las políticas públicas las damos nosotros (el Ministerio de Salud), pero el trabajo es de todos y aquí hay responsabilidades en todos los niveles que tenemos que hacernos cargo", agregó.

El vocero de la agrupación de pacientes Vivo Positivo, Manuel Jorquera, dijo que requieren soluciones concretas al problema: "Esperamos es que den una cuenta, una respuesta y no que muestren un Power (Point) con la tecnología en el mundo, sino que muestren las soluciones porque es evidente que el problema lo sabemos, y cosas de plazo inmediato y de mediano y de largo plazo porque es muy entendible que no todo se va a solucionar en un día".

Amelia Carvallo

Con su fecha de llegada a las pantallas nacionales agendada para el próximo 24 de agosto, la película de aventuras fantásticas "La torre oscura", basada en la saga del autor estadounidense Stephen King , debutó sin mucho éxito en buena parte del mundo.

La mayoría de los dardos apuntan a que la historia es muy enrevesada y que se debió apostar por un director de más renombre que el danés Nikolaj Arcel, quien llegó a las marquesinas en 2012 con un drama histórico llamado "Un asunto real".

Temores cumplidos

Si bien los esfuerzos para hacer una película de esta saga se remontan a una década atrás, siempre ha estado presente en el la mente de los fans la imposibilidad de transferir las 4.250 páginas de las ocho novelas al lenguaje audiovisual.

Y por lo visto, se han cumplido esos temores ya que, a esta primera entrega de lo que se proyecta como una trilogía cinematográfica y luego una serie televisiva de dos temporadas, le llueven las quejas por incoherente, incomprensible y demasiado comprimida.

Rotten Tomatoes, sitio web especializado en cine, la rankeó con un 18% de aprobación; sólo un poco más arriba del 11% que consiguió "Emoji: La Película", la otra criticada apuesta de Sony por estos días.

Según confirman las boleterías, en su primer fin de semana de proyecciones "La torre oscura" había recaudado hasta ayer US$19 millones, escasa cifra e irónico número que aparece una y otra vez en este relato como han hecho notar los seguidores de las ocho novelas que King empezó en 1982 y desarrolló hasta 2012.

La trama se ajusta a la vida de Roland Deschain (Idris Elba), pistolero prodigioso y último miembro de una antigua cofradía de caballeros que vaga por un lugar fantástico conocido como Medio Mundo. Ese es el universo paralelo al nuestro al que accede Jake Chambers (Tom Taylor), un niño de once años que vive en la actual Nueva York, que logra atisbar y penetrar esos dominios donde emprende la heróica búsqueda de la Torre Oscura, hito legendario signado como el lugar donde convergen todos los mundos y que peligra en manos del villano de turno: Walter o'Dim, el Hombre de Negro (Matthew McConaughey).

Inicios

Los primeros esfuerzos por llevarla al cine surgieron desde Universal Pictures, quien compró la historia y encargó al dueño de Bad Robot, el director J.J. Abrams, hacerse cargo de la ficción. A los tres años de esfuerzo, el creador de "Lost" desistió, no sin antes ratificar que sería llevada al cine como una trilogía y que luego pasaría a la televisión como serie de dos temporadas. Hoy, de la mano de Columbia Pictures, llega al cine bajo críticas negativas en cuanto a lo incomprensible de su argumento y el simplismo para adaptar la obra de King, rica en matices y nudos.

Antes de fichar al inglés Idris Elba el rol del pistolero estuvieron en la mira el español Javier Bardem, Liam Neeson y Russell Crowe, mientras que para su némesis se pensó en Viggo Mortensen.

Finalmente en 2015 Sony compró los derechos y desde entonces puso al experimentado director y productor Ron Howard a la cabeza de la empresa y con el férreo apoyo de King, uno de los autores más adaptados al cine y la televisión.

Con una mezcla de géneros donde se une la leyenda artúrica con los paisajes del Lejano Oeste y cierta nomenclatura de "El Señor de los Anillos", Stephen King ha llamado a esta saga su "gran obra", por lo que se mostró muy interesado en los avatares de la producción y, a pesar de las críticas, señaló que quedó conforme, especialmente con la duración de una hora y media, así como con el duelo de protagonistas que provocó Idris Elba y Matthew McConaughey, y con las atmósferas que le imprimió a la filmación el rodaje en Sudáfrica, en las Montañas Cederberg.

Por su parte, el director dijo que espera que la película sirva como una introducción a la saga ya que siempre ha sentido que no se debe tratar de meter cada parte de su gran mitología, incluyendo todos los personajes y argumentos, en una sola película. "Obviamente, la historia se supone que continúe en las futuras películas y la serie de televisión. Esperemos que al final de todo no habrá una sola cosa de las novelas que no habremos tocado de alguna manera", resumió Nikolaj Arcel.