Unos $257 mil, en promedio, de subvención mensual entrega el Servicio Nacional de Menores por cada niño que viven en los hogares de los diferentes organismos colaboradores (fundaciones o corporaciones) que prestan servicios de residencia al Sename en la comuna de Antofagasta.
Directores de estas instituciones que trabajan con menores aseguran que este monto no es suficiente.
Ejemplo de ello es lo que ocurre con la Corporación Laureles en el programa para la intervención residencial.
El catastro de oferta programática de la red Sename 2017, publicado en la página web del organismo en junio de este año dice que por ejemplo, la casa Amor y Vida para lactantes y preescolares (que pertenece a la mencionada corporación) recibe un presupuesto de cerca de $160 millones anuales.
Con ese monto, explicó la directora de Laureles, Patricia González, deben no sólo atender al niño sino que también comprar insumos, remedios, mamaderas, pagar a médicos y al personal, entre otras cosas. "Los recursos no son suficientes porque el dinero que nosotros recibimos sólo sirve para pagar lo que te mencioné anteriormente. Nosotros nos financiamos con proyectos tanto del Estado como de privados. Con eso hemos ido año a año saliendo adelante", comentó.
González aseguró que el Sename está al debe con los niños, aunque valoró el trabajo que ha realizado el director del organismo en Antofagasta, Patricio Reyes, con los recursos que tiene. "En Antofagasta faltan centros dependientes del Sename. Hoy en día por primera vez no estamos con el cupo completo, pero debería haber otro hogar más y uno bien hecho, es decir, que atienda todas las necesidades que tienen los menores ya que gran parte del tiempo estamos con sobrecupo", comentó.
Ambulatorio
Otro organismo que trabaja con niños del Sename es Tierra Esperanza. Pedro Canales, director ejecutivo de la corporación, manifestó que en la región atienden a 1.400 niños y hay 30 proyectos funcionando en la zona.
Canales aseguró que reciben poco más de $2.500 millones de subvención, todos sus proyectos son de carácter ambulatorio y no de residencia.
"Los recursos son insuficientes y nosotros hacemos el mayor esfuerzo posible para cubrir los déficit y darle una atención integral a los niños", comentó.
El director de Tierra Esperanza afirmó que toda la crisis del Sename debe servir como un punto de inflexión para modificar la protección de la infancia. "Sename debe desaparecer y que uno (las corporaciones) dependan del Ministerio de Desarrollo Social. Creo que esto es un hecho histórico porque la situación de los niños pasó a ser un tema país y todos tenemos responsabilidad", dijo.
Sename
En tanto, desde el Sename explicaron que las subvenciones que entrega el Sename a los organismos colaboradores se rigen por la Ley 20.032 del 2005. Esa ley señala que la subvención se reajusta en el mes de enero de cada año, de acuerdo al IPC. La misma ley estipula los montos máximos que el Sename puede traspasar a los organismos colaboradores. Por ello el servicio está imposibilitado para aumentar dichos recursos. En el caso de centros o residencias de protección, el monto puede variar por criterios como zona geográfica, complejidad de la atención, etc., pero el máximo establecido por ley es de 15 USS por niño (Unidades de Subvención Sename: $15.480 para 2017). Eso equivale a $232.200.