"La necesaria acción directiva"
periodista
deportivo
Más allá del desenlace final, la Roja se ha elevado y sostenido a un sitial al que nuestro fútbol no estaba acostumbrado.
Y como siempre se ha sostenido que más que llegar alto lo trascendente es mantenerse en las alturas, es innegable que el reciente revés en la final de la Copa Confederaciones no altera esa realidad. La selección ha retenido su nivel estelar y, también importante, el rotundo respaldo de la afición.
¿Qué viene ahora? En lo inmediato, asumir con responsabilidad los compromisos anunciados por las clasificatorias mundialistas que pueden entregar a Chile la expectativa de una ubicación significativa en el indiscutido torneo más importante del orbe.
Y lo de responsabilidad no solo comprende el apoyo logístico, habitualmente cumplido sin problemas, y un calendario competitivo preparatorio adecuado, sino también otros temas como los disciplinarios siempre eludidos con el pretexto de no afectar la unidad del plantel y la chance de nuevos éxitos.
Reiterada la bondad futbolística de una generación sin precedentes, su manejo no puede soslayar situaciones que vulneran principios fundamentales de conducta.
Paralelamente, también debe ser ineludible misión directiva asumir la tarea de trabajar a futuro con selecciones jóvenes con una planificación que debe ir más allá de una respuesta puntual a los calendarios internacionales.
También apurar modificaciones reglamentarias que por bastante tiempo se han postulado. (La diminución de la cuota de extranjeros en sus torneos, por ejemplo).
En suma, las victorias resonantes y los ascensos en el escalafón internacional no solo conllevan alegría, entusiasmo y aplausos.
También exigen el compromiso de preocuparse porque esa cadena de satisfacciones no se interrumpa. Y ello significa aplicar soluciones a los problemas usuales pero, sobre todo, una acción resuelta y visionaria.
Tito
Norte