La sombra del abuso laboral en el gobierno
"Por su condición de honorarios, los denunciantes se encuentran vulnerabilidad abismante".
Históricamente, la Región de Antofagasta ha sido vital para el desarrollo del país, tanto por su contribución productiva gracias a la minería como por ser cuna del movimiento sindical obrero, que nos permite hoy gozar de derechos laborales fundamentales. Sin embargo, estos derechos han sido sistemáticamente desarticulados debido a una nueva forma de precarización laboral a través de la subcontratación. Hoy, esta precarización ha tomado forma en la contratación a "honorario" de profesionales trabajando para el Estado chileno, donde tales trabajadores tienen las mismas obligaciones que uno de planta, pero sin ninguno de los derechos o beneficios. Por esto, los trabajadores a honorario se encuentran en total indefensión ante abusos de poder por parte de algunos funcionarios públicos inescrupulosos, quienes ejercen total control sobre su destino laboral.
Así, con el fin de evitar los abusos laborales al interior del Estado, la Presidente Bachelet ha promovido la implementación de procedimientos de denuncia y sanción de maltrato laboral. A pesar de esto, la Región de Antofagasta ha sido testigo de continuos escándalos relacionados con el acoso laboral y sexual de trabajadores públicos.
En este sentido, la renuncia en 2016 de la seremi de Gobierno, Stefanía Carvajal, debido a la denuncia por acoso laboral permanente físico y verbal; y las cinco denuncias por maltrato laboral e insultos sexistas que enfrenta el director regional del INE, Claudio Meza; se suman hoy a las denuncias contra la seremi de Desarrollo Social, Loreto Nogales, por acoso laboral continuo.
Esta última es aún más grave, considerando que la seremi en cuestión ya ha sido denunciada en dos oportunidades anteriores debido a despidos injustificados.
Por tanto, una incómoda sombra se cierne hoy sobre el legado del Gobierno Regional: el de tener en su propio seno continuas denuncias por violación a los derechos fundamentales de sus trabajadores. Tal sombra sólo puede ser disipada cumpliendo la misión fundamental del Estado, la de garantizar que los derechos fundamentales humanos y laborales sean cumplidos a cabalidad. Así, hoy resuenan perfectamente las palabras de Solón de Atenas: "Aprende a gobernarte a ti mismo, antes de gobernar a otros".
Martín Arias, PhD
Director Observatorio Regional de Desarrollo Humano