"Irrespetuosa, tendenciosa y excluyente, mención de Carolina Goic sobre Karol Cariola".
Guillermo Teillier — Presidente del PC respondió a Goic
"No es casual que su vocera sea una chica comunista".
Carolina Goic
Candidata presidencial de la DC
acusando izquierdización de Guillier
Uno de los muchos aspectos en los que brilla Antofagasta es en la generosidad de sus escritores; Andrés Sabella Gálvez es el más conocido, pero en absoluto es el único creador nacido en estas tierras de desierto y mar.
Entusiasma que el escritor y recopilador Sergio Gaytán Marambio sea miembro de la Academia Chilena de la Lengua, lo mismo que Antonio Skármeta, José Luis Samaniego y Osvaldo Maya Cortés, todas personalidades ilustres de la palabra escrita, nacidas o adoptadas entre nuestras calles.
Son cuestiones como estas las que hacen sobresalir a nuestra tierra, como algo más que un campamento, Antofagasta es una región con alma, con historia y tradición que se aprecia en sus escritos y escritores, en aquello que nos regalan, con sus ficciones y reflexiones, en prosa, o narrativa.
Historias en el altiplano, con Chuquicamata, de empampados y oficinas salitreras, historias de mar, de ciudad, han destacado con las plumas de Lenka Franulic, Sady Zañartu, Hernán Rivera Letelier, Mario Bahamonde e incluso los Nobeles, Pablo Neruda y Gabriela Mistral en sus pasos por estas tierras.
En la actualidad contamos con un amplio abanico de amantes de las letras. Desde un maduro Jaime Alvarado, hasta un empeñoso Danilo Pedamonte nos ofrecen retratos que agradecemos y valoramos en el presente y cuidaremos en el tiempo.
Porque un artista, un escritor es un ser humano especial, ciertamente cualquier creador lo es, porque nos ofrece su testimonio valiente, corre las estructuras de lo posible, denuncia, interpela, emociona, critica, propone y, sobre todo, abre conversaciones, crea mundos desde la realidad a la ficción.
Antofagasta debe sentir orgullo y cuidar a sus escritores, a todos aquellos que están en el arte en sus distintas facetas y dimensiones. Ellos son parte de nuestra alma y llevan un pedazo de nosotros, de nuestra tierra por el país y el mundo. Así lo hizo Sabella, así lo hace Rivera Letelier, quien se ha transformado en un embajador de la Pampa por el mundo.
Son ellos y nosotros, rescatando la única e irrepetible herencia cultural antofagastina.
Se ha discutido en Chile sobre la importancia de las humanidades y el relativo menosprecio que reciben en las políticas públicas y en la vida social. Sin embargo, las discusiones burocráticas o materialistas no ayudan a resolver el problema. La preocupación humana, y las áreas que hoy se vinculan al conocimiento humanista se caracterizan por su sentido de gratuidad y su falta de utilidad práctica. Por lo mismo, la historia, la filosofía y la literatura tienen una gran importancia formativa y un interés cultural inmenso, pero carecen de interés utilitario y no generan una retribución especialmente generosa.
Quienes han decidido abrazar el cultivo de las humanidades, si lo hacen con genuina vocación y pasión, con certeza recorren esos caminos por una cuestión muy profunda, imposible de rechazar, por el gusto y deseo de aprender, de conocer sobre la persona, de adentrarse en las profundidades de la cultura. La mayoría de quienes hemos abrazado una carrera humanista, o una vida vinculada a las humanidades, es porque tuvimos maestros que nos motivaron a leer y a aprender, que nos contagiaron con su pasión.
Lo interesante, y hermoso, es que mantener una postura humanista no exige apartarse del mundo ni transformarse en un bicho raro, sino simplemente vivir dentro del mundo con una vocación distinta, con espíritu positivo y sentido de trascendencia, contribuyendo a que nuestra sociedad sea más humana. Para ello debemos tener la convicción de la necesidad de una sólida formación intelectual, en los estudios formales y en las tareas profesionales; la ilusión por transmitir la cultura humanista a otras personas; el corazón muy bien puesto en una permanente preocupación por los problemas sociales. Asuntos como la pobreza, la inmigración, la mala educación o la ausencia de libertades fundamentales en diversos países, no pueden quedar al margen del estudio y comprensión de una verdadera cultura humanista.
Es necesario vivir la vocación por las humanidades con aquella auténtica pasión que es capaz de contagiar. Esperamos que la sociedad, las políticas públicas o el ambiente faciliten el desarrollo de las humanidades, en la certeza que su mayor prosperidad no está en las definiciones externas, sino en la vitalidad de su ejercicio por quienes tienen la alegría de vivir esa vocación.
Dr. Alejandro San Francisco Reyes
Historiador e investigador CEUSS
La prensa anunció el fallecimiento de don Pedro Díaz, un reconocido inspector municipal. Sin más trámites la alcaldía le designó un reemplazante, quien se apresuró a desempeñar sus funciones. Poco después, para sorpresa de sus jefes y empleados, el señor Díaz se presentó en las oficinas. El muerto era otro Pedro Díaz.
El gabinete de la República Árabe Unida se reunió hoy para considerar "las consecuencias de la agresión anglo- norteamericana disimulada tras Israel", según anunció el ministro de Información, Mohammed Fayek. La autoridad dijo que el gabinete insistió en la necesidad de mantener la unidad árabe.
La división Astrium, de la Agencia Espacial Europea, ha diseñado un vehículo que sería capaz de llevar a cuatro pasajeros, subirlos por encima de los 100 kilómetros, cinco veces más que lo que alcanza un avión convencional, y permanecer en gravedad cero durante tres minutos, ha informado la empresa en España.