"Lo que queremos es que la gratuidad no tenga límites para los estudiantes de las Ues"
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Antofagasta (FEUA), Víctor Tapia, lleva cerca de cinco meses al mando de la voz estudiantil.
Es miembro de las juventudes comunistas y estudia Derecho en el plantel estatal. Llegó a la federación en diciembre de 2016. Sin embargo, fue la cabeza del paro estudiantil realizado en junio del mismo año.
En esta entrevista, Tapia se refiere a los desafíos del movimiento para este 2017 y sus reparos con la Reforma a la Educación Superior que plantea el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
También se refirió a los alcances de la Ley de Inclusión y a los cambios en el sistema educativo.
¿Qué opinión les merece el fondo de la Reforma a la Educación Superior?
-Creemos que la reforma tiene que hacer un cambio estructural al sistema educativo. Hoy está en juego mantener el sistema como está o realizar un cambio donde existan fondos basales a las universidades, sobre todo las regionales como la nuestra. Estos dineros deben ayudar a financiar la academia, la investigación, la infraestructura y que impulsen el desarrollo y el conocimiento. Además debe agregar la participación de los profesores y alumnos de la universidad para fortalecer la educación público. Estos ejes son principales en una reforma.
En el movimiento estudiantil se veía a la educación como un derecho social. Con esta reforma, al menos tres mil estudiantes de la región están estudiando con gratuidad, ¿creen que es un avance?
-Sí, es un avance concreto. Sin embargo, aún falta. Eso cubre al 50% de los alumnos más vulnerables de las universidades. El Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se comprometió a que en este mandato se iba a cubrir al menos un 70%.
Lo que nosotros queremos es que ese 40% restante también tenga gratuidad. Lo que queremos es que la gratuidad no tenga límites. Hoy establece límites a los años de estudio y creemos que eso no es posible. Si lo queremos establecer como un derecho social este tiene que cubrir a todos y todas las estudiantes de Chile.
La gratuidad pone exigencias a los alumnos para que puedan mantenerla...
-El límite al financiamiento (cinco años más un semestre) no se condice con la realidad actual de los estudiantes en Chile. Sabemos que en promedio un alumno demora entre ocho a diez años en sacar una carrera. Mi carrera (Derecho), por ejemplo, el promedio para titularse es de ocho años, siendo que dura cinco años. Es decir, dos años y medio debemos pagarlo de nuestros bolsillos. Y eso es lo que nosotros no queremos que pase.
Créditos y deudas
¿Y por qué demoran dos años más en sacar la carrera?
-La realidad del estudiante en Chile es distinta. No queremos que esa carga termine en las familias o endeudándonos con créditos.
¿Cómo ven ustedes el anuncio que realizó el exPresidente Sebastián Piñera sobre "bajar" la reforma?
-Lo rechazamos tajantemente. Creemos que el candidato Piñera si quiere volver a la presidencia, no puede reservarnos el derecho a la educación. No queremos endeudarnos más.
La educación es un derecho que hemos ganado en las calles y que hoy en día tenemos que mantener este derecho social y nadie tiene el derecho a quitarnos el beneficio.
¿Cómo ven la posición de la bancada estudiantil de la Cámara de Diputados en la reforma?
-En un primer momento, en la Comisión de Educación ellos rechazan la idea de legislar, pero en beneficio del movimiento estudiantil. Con esto, se abrirían las puertas del diálogo y así aportar a la reforma y que no sea construida en cuatro paredes.
El Crédito con Aval del Estado (CAE) es un beneficio que tienen endeudados a gran parte de los estudiantes. De hecho, al estar con esa deuda, muchos ni siquiera pueden optar a créditos hipotecarios...
-Tenemos a más de 700 mil estudiantes endeudados con el CAE. A muchos de ellos se les han embargado sus casas y bienes. Es un crédito con una tasa de intérés bastante alta y que los miles de chilenos no podemos pagar porque en Chile la vida del estudiante es difícil. Este horrendo crédito hay que eliminarlo. Esto tiene que ser sin letra chica. El Gobierno dice que ofrecerá otro crédito que será estatal, pero no entregan más detalles. No tenemos la certeza de que efectivamente se acabe.
¿Qué esperan para la Confech que se realizará mañana en Antofagasta?
-Esperamos que se materialicen las movilizaciones. Vamos a definir estas movilizaciones. Tenemos un paro nacional y una marcha para el 11 de mayo. Es una fecha que se está por ver y que tenemos que definir.
Como universidad estuvieron movilizados cerca de un mes. Este año han visto una mejoría en relación a las demandas de este entonces...
-Sí, hay ciertas mejorías. Pudimos mantener que la matrícula se pagara en dos cuotas. Además de que se va a crear un protocolo en caso de acoso o abuso sexual, algo que es recurrente en las universidades en Chile. La U se comprometió en avanzar en ello. También abrimos una catedra de derechos humanos y géneros, son avances importantes.
Déficit
La Universidad Antofagasta ha manifestado públicamente que el plantel quedó con un déficit importante tras la implementación de la gratuidad. Por ello, han tenido que bajar programas para no quedar con números rojos.
-Lamentablemente lo que dice el rector Luis Loyola es verdad. Eso no hay que desconocerlo. La gratuidad se planteó de una muy mala forma. Hoy la gratuidad está financiando a los estudiantes y no a los planteles. El Ministerio de Educación no vio lo que se veía venir. Hay un mal funcionamiento y por eso las Ues se quedan desfinanciadas.
Quieres decir que los dineros no deben ser de la glosa presupuestaria como lo dice el gobierno.
-Exacto, debe estar incluida en el proyecto de reforma a la educación superior. La gratuidad tiene que estar en el proyecto de ley.
Así no llegarían los recursos tarde...
-Claro, lamentablemente se hizo mal el proyecto, pero esperamos que el Gobierno lo pueda enmendar y que la gratuidad llegue directamente a las instituciones y no tengamos que depender de la glosa presupuestaria, sino que sea un financiamiento permanente a la educación superior.
"En un primer momento, en la Comisión de Educación, ellos rechazan la idea de legislar, pero en beneficio del movimiento estudiantil. Con esto, se abrirían las puertas del diálogo y así aportar a la reforma"."