El Ministerio de Desarrollo Social aplicó el año pasado en 88 comunas del país, el Registro Social para Personas en Situación de calle, con el fin de cuantificar y caracterizar a la población que está en esas condiciones. Los resultados que se logren se utilizarán para respaldar el diseño y aplicación de políticas públicas y los programas de ayuda del gobierno.
Es notorio que en nuestras ciudades se aprecia a hombres y mujeres que duermen en paupérrimas condiciones, pese a la encomiable labor de distintas instituciones de ayuda. En Antofagasta se les puede ver en parques, el borde costero, en algunos accesos a recintos, bajo marquesinas o junto a quioscos.
Son los mendigos, desplazados o, como precisa la nueva terminología, las personas en situación de calle, que sobreviven de la caridad ciudadana, de la ayuda que les llevan voluntarios que se conduelen con el dolor y la tragedia ajena.
Tal como lo precisan con frecuencia nuestros lectores a través de cartas y fotografías de denuncia, el problema es más crítico en invierno, por el frío, una situación que siempre debe conmovernos.
Y es fundamental entender que esas personas necesitan una ayuda persistente para dejar esa condición de vida infrahumana. La solidaridad debe estar presente de manera permanente.
Como dijo san Alberto Hurtado, "mi misión no puede ser solamente consolarlos con hermosas palabras y dejarlos en su miseria, mientras yo como tranquilamente y mientras nada me falta". Este mensaje y compromiso de vida sigue vigente y lo han asumido jóvenes que participan en esos grupos de ayuda, pero además se requiere la tarea del Estado, para cuantificar a los hombres y mujeres que están en situación de calle, lo que permitirá focalizar su atención.
No debemos engañarnos y pensar que nuestra ciudad, no tiene este problema; quizás es menos visible y dramático que en otros puntos del país, pero cada historia es una situación particular.
Es difícil pensar en terminar con este drama, pero sí podemos mitigarlo e intentar devolverle la dignidad a cada uno de estos afligidos.