Cristian Castro Orozco
Fue un violento robo en su hogar, en donde los asaltantes encerraron a su mujer y vaciaron la casa (llevándose más productos alimenticios que bienes materiales) lo que hizo decidir a Israel Rodríguez irse de Venezuela.
El maestro mueblista, de 45 años, juntó sus ahorros y acordó con su familia en que sería él quien atravesaría primero la frontera de su nación para "preparar el terreno" para la llegada de ellos.
"Viajé ocho días en bus desde Valencia hasta a Antofagasta. Hice algunas paradas en Perú, pero en sí la travesía fue muy agotadora. Ahora me siento esperanzado de poder construir una nueva realidad para mi familia en este país", contó el valenciano.
Auge
Como Israel Rodríguez, son aproximadamente 500 los venezolanos que llegaron a radicarse a la ciudad, y la mayoría lo hizo durante los últimos tres años.
Según datos de Extranjería, en 2016 la entrega de visas para este país aumentó 83,5% en relación a 2015 (de 73 a 134) y 306% respecto de 2014 (de 34 a 134 permisos).
Las residencias definitivas tuvieron el mismo comportamiento y subieron 115% comparado con 2015 (de 13 a 28) y 180% con 2014 (de 10 a 28). Esta cifra posicionó a este país como el único que aumentó su presencia en la zona.
Según afirmaron estos inmigrantes, su moderado, pero evidente aumento en la región es generado principalmente por las condiciones políticas y económicas que hay en Venezuela.
"Me vine por el aumento de la inseguridad y de la delincuencia en mi país. Una se cansa de vivir con el nerviosismo de que te puedan matar simplemente para robarte", aseguró Candy Isea, joven venezolana de profesión periodista que llegó primero a vivir en Santiago.
"Mi pareja es ingeniero eléctrico, por lo cual nos instalamos en Antofagasta ya que hay más oportunidades para la plaza laboral de mi novio", dijo Isea.
Organización
El aumento de esta población en tan poco tiempo motivó a la joven socióloga, Beni Zambrano, a coordinar una comunidad venezolana.
"Hace seis meses estamos tramitando toda la formalidad para formar la asociación. Actualmente nuestro grupo activo se compone por 30 personas, pero nos mantenemos comunicados por medios como Facebook y WhatsApp con más de 300 compatriotas que se encuentran aquí", explicó Zambrano.
La finalidad de esta organización es brindar apoyo (emocional y económico) a quienes llegan a la región, dando la oportunidad de establecer una red de contactos para mantenerse protegidos.
"Hace poco recolectamos víveres a un grupo que llegó hace muy poco a la ciudad y que no tenían prácticamente nada para comer", manifestó Zambrano.
Trabajo
Esta realidad no es inusual para quienes llegan a Chile. Luis Enrique Cuba, quien es pedagogo en Inglés le cuesta encontrar un trabajo que corresponda a su rubro. Por lo cual vive arrendando una modesta pieza en el centro de Antofagasta mientras vuelve a las aulas.
"Hasta hace poco trabajaba como garzón. Lavé platos y copas, pero ahora necesito encontrar un nuevo empleo. En todo caso estoy feliz de estar aquí. Camino tranquilo. En Venezuela prácticamente me asaltaban todas las semanas", dijo Enrique Cuba.
Una situación similar vive Candy Isea, quien es periodista, pero no encuentra una plaza laboral en Chile.
"En Santiago estuve trabajando en tiendas de retail, también en áreas de servicios varios. En Venezuela trabajé para el Ministerio de Comunicaciones (Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información), pero la inestabilidad económica no da para más. Pierdes mucho tiempo haciendo filas para comprar, y a veces ni siquiera alcanzas a comprar", contó Candy, oriunda de Bolívar.
Por último, Tomás Perdomo, de profesión arquitecto quien llegó a la ciudad en 2014, expresó que el cambio fue complicado, pero ahora tiene un empleo en una constructora.
"Mi señora es antofagastina y después de visitarla consideré quedarme aquí con ella. Ahora tengo un trabajo y también planeo traerme más adelante a mi familia. Lo que me sorprende ahora es ver que hay más de mis compatriotas caminando por Antofagasta", comentó.
Fiestas
En paralelo al grupo que está formando Beni Zambrano, también hay otras agrupaciones de venezolanos que han gestionado reuniones y celebraciones.
El año pasado, un considerable número de ciudadanos de este país llegaron hasta la explanada de Ruinas de Huanchaca para celebrar el aniversario de Venezuela (5 de julio).
"Lo ideal es que, si hay pequeños grupos de compatriotas organizándose en Antofagasta, deberían unirse a nosotros, o nosotros a ellos. La cosa es que estemos todos juntos para ayudarnos, y los más importante, compartir, ya que tenemos en común haber vivido el mismo contexto", reflexionó Perdomo.
5.946 kilómetros separan a Antofagasta de Caracas, lo que se traduce en un viaje de alrededor de cinco días en bus para quienes deciden inmigrar a Chile.
8.000 venezolanos están radicados en Chile, según datos del Departamento de Extranjería y Migración, lo que constituye que este grupo corresponda al 1,9% de los extranjeros en el país.
5 julio es el día patrio de los venezolanos, quienes a pesar de estar lejos de su país, celebran la efeméride organizando múltiples eventos en Antofagasta.