Astronomía, la otra riqueza de la región
Paranal, el Radiotelescopio ALMA y próximamente el gigantesco telescopio E-ELT formarán un tridente en la región sin comparación en el mundo. Paranal descubrió siete planetas similares a la Tierra, una noticia que dio la vuelta al mundo. Tenemos una oportunidad histórica para aprovechar y desarrollar un circuito astronómico de lujo.
El observatorio Paranal marcó esta semana la agenda mundial en materia informativa. El poderoso VLT (conjunto de cuatro telescopios en línea) fue parte del descubrimiento de siete planetas similares a la Tierra, abriendo una ventana insospechada para la ciencia y quizás para el futuro de la humanidad.
El hallazgo, en un trabajo conjunto con el telescopio de La Silla y el "Spitzer" de la Nasa, anota un nuevo hito para los científicos. Tres de los astros tendrían océanos y con ello crece su condición de habitables. Este sistema está ubicado a 40 años luz de nuestro planeta.
Para muchos, este descubrimiento es el más importante del último siglo. De hecho, los astrónomos de Paranal y La Silla, centros administrados por el European Southern Observatory (ESO), califican el hecho como el primer paso para buscar vida más allá de la Tierra.
Paranal, ubicado a 130 kilómetros al sur de Antofagasta, es un gigante que tiene una larga lista de hallazgos, que lo situación como el centro más avanzado del mundo y permanente foco de noticias científicas.
Esto confirma el enorme potencial de la región en materia astronómica. La zona ofrece condiciones sin comparación gracias a sus cielos diáfanos para la observación del Universo y conocer así los secretos de los astros.
Otra de las "joyitas científicas" corresponde al radiotelescopio ALMA en el Llano de Chajnantor (interior de San Pedro de Atacama), compuesto por 66 antenas de doce diámetros cada una que rastrean los sonidos y ondas radiales del cosmos, para luego transformarlas en imágenes.
Pero eso no es todo. Este año comenzará la construcción del E-ELT, el telescopio más grande del mundo con un espejo óptico de 40 metros de diámetro, que ya promete cambiar la forma de mirar el firmamento.
Así, Antofagasta contará con un tridente de lujo en materia de centros astronómicos, contando con lo más avanzado del mundo y siendo permanente caudal de informaciones científicas.
Tenemos una oportunidad histórica para aprovechar y desarrollar un circuito astronómico de primer nivel gracias a la riqueza de nuestro cielo. Es hora de pensar en grande.