Una semana cumplió la normativa municipal que establece la entrega de seis bolsas por cada cliente en los supermercados. A medida que pasan los días, quienes trabajan como empaques manifiestan que los usuarios ya comienzan a comprender la cuestionada medida.

Los jóvenes -que son los principales intermediadores entre la normativa y la reacción del cliente- reconocen que cada vez más personas optan por llevar sus propias bolsas (incluso plásticas) o cajas para transportar sus productos.

"En un principio tuvimos problemas principalmente con los clientes cuyas compras eran de carros completos. Pero ahora estamos entregando cajas de cartón. Además muchos optan por comprar bolsos de género, lo hacen una vez y los utilizan siempre", aseguró Juan Pasten, quien dirige a los empaques del Jumbo Angamos.

Críticas

Pero la normativa, al igual que las ciudades del sur del país que la implementaron (Pucón, Chile Chico, Punta Arenas) no escapó a la reticencia de gran parte de los consumidores.

La estudiante Ayleen Mora, quien empaca en el supermercado Santa Isabel, manifestó que algunos compradores increparon a los propineros por considerar que defendían los derechos de la empresa por sobre las necesidades de los usuarios.

"Al menos la gente ahora ya sabe que todos los supermercados entregan sólo seis bolsas por cliente. Eso no va a cambiar de aquí a cinco meses, pero están informados y ante eso ya prefieren traer sus propios bolsos de genero", aseguró.

Desde el Unimarc del Parque, una empaque aseguró que los antofagastinos comienzan a entender el fin de la ordenanza municipal.

"Siempre estarán aquellos que hacen conflictos por el más mínimo detalle. En un principio nos increparon algunas personas pero la mayoría ahora apoya la iniciativa. Saben que tenemos que cuidar nuestra ciudad", sostuvo la joven que prefirió no entregar su nombre.

Expectativa

Desde las cadenas de supermercado manifestaron que aún no se puede dar un balance con respecto a la cantidad de bolsas que dejarían de entregarse.

Algunos comercios, incluso, han sustituido estos plásticos por cajas de cartón, mientras que la mayoría ofrece bolsas de géneros, cuyos valores oscilan desde los $300 hasta los $800. La marcha blanca se extenderá hasta el 30 de junio.

De acuerdo al compromiso adquirido el 10 de enero con la comunidad de Solor, esta semana las autoridades dieron a conocer el documento que finalmente permite el uso para el baño, de las aguas de las lagunas Céjar y Piedra con fines recreacionales.

Recordando que anteriormente se había prohibido el uso mientras se analizaba la concentración de arsénico y posiblemente de plomo en sus caudales. Sin embargo y luego de un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública se determinó que no existe plomo en las aguas y que la existencia de arsénico en éstas no es nociva para la salud, a menos que el líquido se inhale o sea ingerido por vía digestiva.

A través de la resolución exenta N° 596 del 8 de febrero de 2017, se permite el uso de ambas lagunas con algunas restricciones, de acuerdo a lo recomendado por el organismo emisor del estudio.

"Después del estudio realizado por el Instituto de Salud Pública de Chile podemos comunicar a la comunidad de Solor y a todas las personas que quieran visitar este importante atractivo turístico, que las aguas de ambas lagunas son aptas para su uso recreativo, sin embargo y por recomendaciones de los profesionales expertos, se debe tener algunas restricciones con el fin de prevenir la salud de los usuarios de ambas lagunas", informó el intendente subrogante de la región de Antofagasta, Claudio Lagos.

Por su parte, la presidenta de la comunidad de Solor, Ana Ramos se mostró muy satisfecha con esta determinación, ya que de alguna forma les ratifica lo que ellos expusieron como comunidad desde un comienzo.

"Felizmente todo este proceso llegó a un final exitoso. Ahora tenemos un documento legal que permite el uso de estas lagunas y que finalmente limpia la imagen de este atractivo turístico y nos reafirma a nosotros que le estábamos dando un buen uso", comentó la presidenta de la comunidad aludida.

Entre las observaciones que menciona el documento se encuentran el uso de estas lagunas por un tiempo inferior a 45 minutos, así como también la prohibición del consumo de dichas aguas.

Además, prohibe el baño a menores de 6 años y a personas con enfermedades y/o lesiones de la piel que tengan compromiso de la integridad del tejido cutáneo.