Una señal de alerta dejaron los malos resultados del ranking de calidad educativa en los establecimientos municipalizados y colegios subvencionados de Antofagasta, donde la región ocupa el segundo desempeño más pobre a nivel nacional.
El informe entregado por la Agencia de la Calidad de Educación detectó varios puntos débiles. El hecho más preocupante es que el 23% de los establecimientos de la zona terminó en la categoría "insuficiente".
Las conclusiones de este estudio fueron obtenidas con los resultados de la prueba Simce y los indicadores de desarrollo personal y social (convivencia escolar, autoestima y motivación, participación, equidad de género, entre otros), entregando una radiografía certera del proceso educativo.
A raíz de estos deficientes indicadores, hay una tarea pendiente tanto desde el ámbito municipal como de la esfera de los colegios subvencionados en entregar mejores armas a los educandos, y eso pasa necesariamente por tener profesores cada vez más capacitados, estimulados con el proceso de enseñanza y también mejorar la gestión en las direcciones de las unidades educativas.
Otro dato interesante que entrega el estudio es que sólo el 9% de los colegios medidos obtuvo un desempeño calificado de "alto", una cifra precaria a la luz de los esfuerzos desarrollados en el último tiempo en el sector.
¿Cómo solucionamos este problema? El tema no es fácil y requiere de una mirada de largo alcance y que contemple a diversos actores, a fin de que estas falencias puedan ser subsanadas y desde ahí reenfocar estos procesos.
Para que ello suceda, no sólo basta con inyectar más recursos, sino administrarlos de la mejor manera y además potenciar el capital humano, que en definitiva es clave para marcar la diferencia. Es aquí donde los directores juegan un papel fundamental para fijar políticas sólidas y adecuadas en sus colegios.
Una importante misión dejan estos resultados en el sector educación, la llave maestra de todo desarrollo en la región y el país.