"No he tenido nunca ninguna vinculación con la empresa mencionada".
Michelle Bachelet — Presidenta niega cualquier relación con la empresa brasilera OAS
"Nuestro planeta necesita limpieza y ahora comenzaré a usar un bolsito".
Jorge Béjar
Consumidor antofagastino ante
restricción de bolsas plásticas
Una serie de tragedias han azotado al país durante los últimos años: terremotos, tsunamis, fuertes marejadas, erupciones volcánicas, incendios y aluviones. Todas emergencias que cobraron vidas y con un alto nivel de destrucción.
Estos diferentes episodios golpean con fuerza el alma de los chilenos, pero también dejan lecciones de unidad y solidaridad, que van fortaleciendo la idiosincrasia en nuestro país, algo que llama la atención en el resto del mundo.
Los chilenos convivimos en forma permanente con tragedias naturales y hemos aprendido a vencer los obstáculos con singular entereza, siempre apelando a levantarse con nuevos bríos y pensando que el futuro depara algo mejor. La palabra resiliencia nunca ha resultado extraña, para los habitantes del norte, centro y sur.
Es aquí donde aparece lo mejor de cada uno de los chilenos, donde la solidaridad se conjuga en forma masiva con ejemplos individuales y colectivos, sin importar intereses. Todos juntos por un mismo objetivo, para levantarnos una y otra vez.
Por cierto, sería extenso nombrar a las instituciones y personas que ponen su vida al servicio de los demás. Lo que sí está claro es que hay miles de héroes anónimos repartidos en diferentes puntos de esta tragedia para combatir las llamas, ayudar a los damnificados, colaborar con alimentos o llevar una palabra de aliento a quienes están sufriendo.
Cada uno, y desde sus diferentes campos de acción, luchan por entregar lo mejor de sí a quienes son golpeados por los incendios en el centro sur del país, con la única convicción de ayudar. Y los ejemplos se multiplican en Antofagasta.
Muchas veces resaltamos con especial dureza nuestros defectos como país, sin embargo, nadie puede desconocer que el chileno tiene una fuerza especial para salir adelante ante la adversidad, y eso nos hace grandes como nación.
En estos momentos hay miles de héroes silenciosos batallando contra esta tragedia, dejando en claro que somos un país que conoce a cabalidad el especial significado de la solidaridad.
Desde, por lo menos, hace tres décadas que venimos escuchando del cambio climático. Un fenómeno global fruto de nuestra irresponsabilidad en la relación que establecemos entre sistemas productivos y entorno natural. Nos lo han advertido en todos los tonos y nosotros displicentemente, hasta acá, lo relacionábamos con osos polares navegando a la deriva en trozos de hielo producto del calentamiento en los polos.
Hoy nos toca la puerta de manera urgente y dramática: incendios forestales, marejadas, lluvias aluvionales y sequías alternadamente. Ese lobo que anunciaba Pedrito ha llegado y su presencia es asoladora, por su propia naturaleza y, por la improvisación con que la esperamos creyendo, como siempre, que era algo que le pasaría a otros.
La velocidad de este cambio, en la escala humana, permitió postergar casi hasta el absurdo lo que hoy nos parecen medidas obvias que deberíamos haber adoptado para no tornar en tragedia esto que venía tan anunciado.
Esta negligencia en torno a los tiempos en la naturaleza tiene también una versión en lo social, hace rato ya venimos escuchando noticias y cobrando evidencia de la instalación de la corruptocracia. Un fenómeno que, a una velocidad espeluznante, se apodera de las democracias particularmente en América Latina. Desde Brasil, y ya sabemos que cuando Brasil estornuda todos en América Latina nos resfriamos, la marcha corruptora tiene ya un largo trecho que implica, con evidencias, a los últimos tres presidentes, en Perú a los últimos cuatro, en Argentina a los dos últimos y sus respectivos periodos y así sucesivamente.
En nuestro país Caval, Penta, SQM, nuestro gran corruptor, las oscuras alianzas entre parlamentarios y ley de Pesca, y varias otros "errores "vienen marcando una tendencia que al igual que el cambio climático probablemente no haya alcanzado aún su expresión mayor. La pregunta es ¿qué seguiremos esperando antes de reaccionar frente a este fenómeno que avanza inexorablemente?
Este año tenemos la posibilidad de hacer los "corta fuego" a la corruptocracia, primero asumiendo que es una amenaza real y luego actuando de modo tal que no crezca el incendio, sino, éste alcanzará tal magnitud que ni entre el Supertanker y el "Luchin" juntos podrán con nuestra tragedia.
César Trabucco
Sociólogo y académico Universidad de Antofagasta
Las autoridades antofagastinas realizan la preparación de diversos actos para la celebración del 14 de Febrero, fecha que recuerda el desembarco de las tropas chilenas en la ciudad, dando inicio a la Guerra del Pacífico. Entre los números principales se cuenta una conferencia patriótica en la Plaza Colón y carreras en el Club Hípico.
Extrañeza causó en Calama el ingreso de cuatro policías argentinos de la localidad de Salta. Al principio se pensó que se trataba de efectivos militares que estaban solicitando asilo político, tal como había ocurrido recientemente con algunos efectivos de la Marina de ese país. Sin embargo, luego se confirmó que estaban en Chile como turistas.
El Colegio Médico de Antofagasta pidió que los exámenes que el Ministerio de Salud realizará a los residentes de la Coviefi, Playa Blanca y los Jardines del Sur para detectar contaminación por plomo sean aplicados a todos los antofagastinos que lo requieran. La institución dijo que la medida es correcta, pero tardía.