Volodia Teitelboim y su marcha Infinita
Existen hombres como Volodia que empiezan a caminar a través de la historia y hacen de su marcha un ejemplo infinito de convicción y compromiso, no solo con la poesía sino también con la causa emancipadora de un siglo.
Volodia Teitelboim, hijo de inmigrantes judíos, por alguna razón, como Violeta, Nicanor y Víctor Jara, nació en Chillán el 17 de marzo de 1916 y murió en Santiago el 31 de Enero de 2008. Originalmente llamado Valentín, empezó a usar y oficializó el nombre Volodia, en homenaje a Lenin.
Premio Nacional de Literatura el año 2002, fue un gran humanista identificado con la historia de su pueblo; poeta, biógrafo, periodista y novelista considerado miembro de la generación del 38 a quien retrató en su libro Oficio Ciudadano del mismo año. Incorporado al periodismo y la política, junto a la literatura constituyeron sus actividades centrales.
En 1935 publica junto a Eduardo Anguita, "Antología de la Poesía Chilena Nueva"; en 1952 "Hijo del salitre" y en 1969 "La semilla en la Arena". "Los dos Borges", apareció en 1996. Publicó sus "Memorias" en cuatro Tomos: "Un muchacho del siglo veinte" fue el primero, publicado en 1997.
Emerge a la luz de Huidobro en los comienzos de un siglo militante y en tiempos difíciles para decirnos "Escucha Chile" por las ondas cortas de radio Moscú. Parte de esas inolvidables transmisiones aparecen como testimonio en su libro "Noches de Radio", del año 2001.
Volodia fue también nuestro compañero. Mantuvo su estatura, aun equivocándose. Eso lo hizo, tal vez, más humano y más cercano a su pueblo.
En los años 70, el escritor recibe y acompaña a Julio Cortázar a la población Pablo Neruda, para ser parte de esa fundación poética: calle "20 poemas", calle "Crepusculario", calle "Canto General", "El Hondero Entusiasta", "Versos del Capitán", "Residencia en la Tierra", para terminar su caminata cuando caía la tarde en esas calles de todos.
Nota. Volodia Teitelboim falleció el 31 de enero de 2008.
Pedro Osorio Aguilar