Donald Trump se convertirá en el 45 presidente electo de Estados Unidos, la principal potencia del planeta, una realidad que sorprendió a muchos que no vieron venir el triunfo del magnate.
En efecto, la victoria del representante republicano bien puede calificarse como uno de los más interesantes hitos políticos del último tiempo. Su victoria no puede ser leída en absoluto sólo como un logro personal, también como un voto de decepción para las élites de ese país, cuestión que tiene eco en el Reino Unido con el Brexit y la irrupción de nacionalismos en la Europa continental, entre otros.
Vale decir, Trump es un símbolo y un síntoma de un mundo que mira con cierto malestar los avances desiguales de la sociedad occidental y las conveniencias de un modelo de sociedad abierta, con rebajas arancelarias y beneficios que son percibidos como mayoritariamente favorables para las grandes corporaciones, más que para las personas.
El asunto no es menor en absoluto, considerando que Chile, ya por casi 40 años ha tomado un camino que efectivamente le ha permitido dar un salto cualitativo en calidad de vida, merced a la convicción de tener mercados abiertos y competitivos.
La estrategia de desarrollo hacia adentro fue abandonada y con ella prácticamente casi todos los proteccionismos que beneficiaban a distintas industrias y actividades, considerando una lógica sencilla: se compite en lo que se puede, para beneficio del consumidor.
Pero de un tiempo a esta parte, en especial en países desarrollados se ha generado un cuestionamiento a los beneficios de aquello. La pérdida de empleos en EE.UU. fue uno de los grandes mensajes que lograron hacer sentido en el ideario norteamericano. Trump fue exitoso en que esto hiciera sentido en el electorado y eso podría cambiar desde hoy.
Las expectativas con la administración de Trump son de todo tipo, pero en general sombrías en el mundo desarrollado y en Latinoamérica, dos regiones que tienen una interdependencia enorme. Ciertamente hoy será un día histórico y el mundo verá en detalle todo lo que venga a partir de los siguientes años.