Cuando acudimos a un establecimiento asistencial por una consulta, una urgencia o una atención médica ¿qué esperamos encontrar? Probablemente, la respuesta obvia sea una atención de calidad.

El plan Auge, aprobado como Ley de la República en julio de 2005, garantiza acceso, oportunidad, protección financiera y calidad para un conjunto de enfermedades seleccionadas muy cuidadosamente por profesionales expertos.

La cuarta garantía del GES debió esperar más de 10 años para lograr un porcentaje razonable de instituciones acreditadas y, mientras se incumplía el mandato legal, porque los plazos originales debieron ser postergados varios años por incapacidad de cumplirlos, los pacientes seguían esperando su atención de calidad.

Pero está claro ¿qué es la calidad? Una que en nuestro país ha descansado en la denominada acreditación de las entidades prestadoras del servicio como hospitales y clínicas.

Un proceso del cual la Superintendencia de Salud muestra satisfacción. Y si bien la acreditación aporta elementos importantes, incluso indispensables para ofrecer atención de calidad, no mide los resultados de dichas prestaciones o el impacto en la salud del paciente, sólo orientándose a aspectos de estructura y procesos.

Por ofrecer algunos ejemplos, no se evalúa la mortalidad operatoria de determinados procedimientos, ni la incidencia de infecciones respiratorias en pacientes con ventiladores, ni los errores de medicación… etc. Estos aspectos no sólo no se consideran en la acreditación, en circunstancias que obviamente son muy relevantes al evaluar la calidad de la prestación médica. Adicionalmente no son conocidos por los eventuales pacientes, a quienes se les ofrece una atención supuestamente de calidad.

¿No será el momento entonces de avanzar realmente hacia la calidad, analizando los resultados del tratamiento que se ofrece a quienes concurren con la expectativa de mejoría?

¿No será el momento de evaluar la eficacia clínica de las canastas de prestaciones, que después de 10 años deberían mostrar efectos positivos?

¿No será también el momento de hacer pública esa información, para otorgar herramientas de decisión, no solamente a los usuarios, sino también a los administradores de las instituciones prestadoras?

Manuel José Irarrázaval

Director Instituto de Políticas Públicas en Salud USS

Los antofagastinos conocen poco su región. Esta afirmación parece cierta al evidenciarse que muchos sitios turísticos, ya sea por su historia, geografía o aspectos arqueológicos, despiertan mayor interés a nivel mundial que entre quienes viven por estas latitudes.

No es menor que el diario New York Time -en su edición online- ubicó al Desierto de Atacama en el segundo mejor destino turístico que hay que visitar durante el 2017. El primer lugar lo obtuvo Canadá por sus 200 parques nacionales y sitios históricos por recorrer, en un listado de 52 puntos en todo el orbe.

La Región de Antofagasta, aparte de San Pedro de Atacama, ya consolidado con el destino preferido por los turistas, tiene otros parajes que sin duda impresionan por su belleza natural o por lo que dejaron las antiguas étnias que habitaron el desierto.

El pukará de Lasana, el valle de Jere, la quebrada del Médano, la laguna Inca Coya, el parque nacional Llullaillaco, las lagunas Miscanti, Cejar, Miñiques y Baltinache, los poblados de Toconce, Chiu Chiu, entre otra decena de pueblos y paisajes, retratan la variada propuestas de destinos que tiene la Segunda Región.

El tema parece ser otro, porque por recursos turísticos no habría problemas. Sin embargo, a nivel de autoridades encargadas, sigue el déficit en la difusión e infraestructura, pero también en un plan o estrategia a largo plazo.

Otros países están a la vanguardia. El caso de Perú es lo más cercano y demuestra el impacto que puede tener el turismo en el desarrollo de la economía, aunque para ello hay que tener una visión a mediano y largo plazo.

Además, las políticas públicas en turismo no deben depender de las autoridades de turno. El error está en pensar en ideas nuevas cada cuatro años, periodo que dura un gobierno, sino en tener una matriz para el desarrollo del turismo.

Hay tarea por realizar, pero también pasa porque el regionalismo trascienda a otras esferas, en este caso el turismo.

100 años | 17 de enero de 1917

Preocupación por mal que afecta a niños

En el Senado don Eleodoro Yáñez llamó la atención del gobierno sobre los peligros de la parálisis infantil y pide que se proceda con toda energía y rapidez a fin de evitar la propagación del contagio a nuestro país. El asunto es de preocupación entre médicos del país y de todo el mundo, dijo el parlamentario.

50 años | 17 de enero de 1967

Radiales votarán en contra de Frei

El Partido Radical ya confirmó que votará en contra del permiso al Presidente Eduardo Frei para viajar a los Estados Unidos en visita oficial. El asunto ha tensionado al gobierno que solicitó el permiso parlamentario para hacer el periplo lo que será resuelto esta tarde por el Senado. El resultado es una incógnita.

10 años | 17 de enero de 2007

Medicina concentra los mejores puntajes

Un considerable salto registraron los puntajes de acceso a las carreras que ofrecen las universidades tradicionales de la ciudad, con incrementos de más de 40 puntos en algunos casos. Las profesiones con mayor demanda fueron Medicina en la UA; Odontología, Derecho, tanto en la citada UA, como en la UCN.