Impresiones de un viaje VIII
"Estambul es el epicentro histórico, cultural, económico y turístico de Turquía".
Estambul, es conocida como cuna de civilizaciones y una de las pocas ciudades, localizadas entre dos continentes: Europa y Asia. Inicialmente fue conocida como Bizancio en honor a su fundador, época en que también se le conocía como la Capital del Imperio Romano de Oriente, luego como Constantinopla por el emperador Constantino, hasta que en 1930, oficialmente pasa a tomar su actual nombre. Aunque Ankara es la capital política y administrativa de Turquía, Estambul es el epicentro histórico, cultural y económico del país, jugando un papel relevante en la Industria, comercio y turismo.
Las visitas obligadas son muchas, pero si se trata de elegir algunas, me atrevería a sugerir las siguientes : la Mezquita del Sultán Ahmet, conocida como la Mezquita Azul, la más grande y soberbia de todas, denominada así porque es el color que predomina en los mosaicos que decoran sus cúpulas; el Palacio Topkapi, donde que se encuentra el diamante kasikci, de 86 kilates y el puñal perteneciente al sultán Mahmud I, cuyo robo fue el motivo central del film Topkapi, de 1964, protagonizado por Maximilian Schell y Melina Mercouri; el Museo de Santa Sofía, magnífica obra bizantina del siglo VI, que en alguna etapa fue utilizada como iglesia y luego como mezquita; la Cisterna de Yerebatan, la más grande existente en Estambul y, la Torre Gálata, de 60 metros de altura, desde cuya terraza se aprecia una vista panorámica de la ciudad
Dar un paseo en barco por el estrecho del Bósforo, que conecta el Mar Negro del Mar de Mármara, permite admirar ambas riberas, la asiática y la europea, donde se aprecian magníficas edificaciones como palacios, mezquitas, hoteles, universidades, discotecas y fastuosas viviendas.
Adquirir algún producto o souvenir, ya sea en el Gran Bazar, con cerca de 4.000 tiendas o en cualquier local, es una experiencia que hay que vivir. Al comprador le ofrecen un café turco, té de frutas, agua de menta o una cerveza. El regateo es lo que impera y normalmente se logran descuentos por sobre el 50% del precio inicial. El comercio ofrece especias, frutas secas y confitadas, prendas de cuero, lámparas y todo tipo de cerámicas de un atractivo insuperable. Los aromas, colores y luces acompañan al viajero, mientras los imanes llaman a la oración cinco veces al día.
Carlos Tarragó
Presidente Corporación Proa Antofagasta