Carolina Collins/Agencias
El mundo entero despertó consternado ayer por la tragedia que enluta al fútbol. El avión que transportaba al equipo brasileño Chapecoense hacia Medellín, para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, se estrelló en Antioquia, Colombia, con 77 personas a bordo.
La tragedia dejó 71 personas muertas y otras seis resultaron heridas. Pese a que en un principio se dijo que eran 75 los fallecidos, durante el día se supo que cuatro personas que estaban en la lista de pasajeros no habían abordado el avión. De los seis sobrevivientes, tres eran jugadores del plantel, uno periodista y dos miembros de la tripulación de la nave. El lateral Alan Ruschel , el defensa Hélio Zampier Neto y el portero Jackson Follman.
Hazaña improbable
De los 77 pasajeros, 48 eran futbolistas, dirigentes e invitados del Chapecoense y otros 21 eran periodistas que iban a cubrir la hazaña del club brasileño, que, contra todo pronóstico, iba a disputar uno de los torneos internacionales más importantes del continente, tras haber dejado atrás a equipos de trayectoria importante, como San Lorenzo.
Esta iba a ser la primera final en un torneo internacional en los 43 años de historia de un humilde club que en las últimas cuatro temporadas ganó millones de admiradores en Brasil, por haber ascendido desde la cuarta hasta la primera división y haber llegado a una final continental.
El siniestro, una de las mayores tragedias aéreas deportivas hasta ahora, conmocionó al fútbol mundial y provocó manifestaciones de solidaridad organismos internacionales. En Brasil, el Presidente Michel Temer decretó tres días de luto oficial.
Atlético Nacional pide darles título
El Atlético Nacional le pidió a la Conmebol que le dé el título de la Copa Sudamericana al Chapecoense como un homenaje a las víctimas. "De nuestra parte, y para siempre, Chapecoense Campeón de la Copa Sudamericana 2016", afirmó el club en un comunicado. "El accidente de nuestros hermanos del fútbol de Chapecoense nos marcará de por vida y desde ya dejará una huella imborrable en el fútbol latinoamericano y mundial", agregó. El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, dijo que es un "día trágico para el fútbol" y adhirió a los tres días de luto nacional que decretó Brasil.