"Guillier es lo mismo que Bachelet, pero en su versión masculina"
"Para gobernar un país no basta con la simpatía". Con esa frase la senadora de la UDI y candidata a la presidencia de su partido, Jacqueline van Rysselberghe, resumió el fenómeno de la irrupción del parlamentario antofagastino en la carrera a La Moneda.
Efectivamente, la ex alcaldesa de Concepción e intendenta por esa zona estuvo esta semana en Antofagasta promoviendo su candidatura a la presidencia de la UDI -elección que se realizará el próximo 11 de diciembre- por la que compite con el diputado Jaime Bellolio.
Durante su estadía se dio tiempo para marcar las diferencias con su contrincante y analizar el escenario político de cara a las próximos comicios presidencial y parlamentario de 2017.
¿En qué se diferencian con el diputado Bellolio?
-No tenemos diferencias de fondo. En la UDI en las cosas fundamentales estamos de acuerdo y se refleja en nuestras votaciones en el Congreso. Sí diferimos en los diagnósticos de la realidad, en esa línea nosotros percibimos que el país está mucho más de izquierda que hace cinco años, todas las reformas impulsadas por este gobierno tienen un ADN de izquierda y eso ha sido rechazado por la ciudadanía.
Eso se produjo porque los partidos de centro-derecha dejamos de defender nuestras ideas y todos comenzaron a comprar -al menos en un comienzo- que todas estas reformas eran buenas. Bellolio cree que eso fue un mérito de la izquierda, yo creo que fue un defecto nuestro.
¿Qué harán para combatir eso?
-No hay que combatir a la izquierda, lo que debemos hacer es defender nuestras ideas hablando con claridad, hoy nuestros votantes se sienten huérfanos de la representación pública de sus ideas.
A la izquierda le debemos ganar como siempre le hemos ganado, defendiendo nuestras ideas en la calle. De hecho, las ideas que hoy defienden Jackson, Boric y Vallejos son las mismas de hace 30 años, es como escuchar a Navarro en le Universidad de Concepción, no tienen nada de novedoso y son las mismas que han hecho fracasar a muchos países.
¿Usted representa a la UDI más tradicional?
-Para nada, de hecho en nuestra lista va Pablo Terrazas que es de la misma generación de Bellolio y esa es otra diferencia, y creo que en la UDI cabemos todos. Para derrotar a la izquierda necesitamos de la potencia e ideas de todos: los históricos, nuevos, universitarios y trabajadores sociales.
¿Cómo analiza la actualidad del partido?
-El último año y medio fue muy duro, atravesamos situaciones asociadas al financiamiento irregular de las campañas donde trataron a nuestra gente con una dureza increíble, muy distinto al trato dado por el mismo tema a personas de otros sectores y todos nos daban por muertos.
Pero la última elección nos ratificó como el partido más grande de Chile, el que sacó la mayor cantidad de alcaldes y que tiene más de personas al mando de alcaldes de defienden nuestras ideas. Es un buen momento, pero esperamos seguir creciendo.
¿Las dificultades que ha tenido este gobierno son una ventaja para la candidatura de derecha?
-Sin duda. Hoy la mayoría de la gente se dio cuenta que este ha sido un muy mal gobierno, el peor desde que regresamos a la democracia.
Si la derecha gana la elección presidencial ¿qué debiera hacer con las reformas que implementó este gobierno?
-Es evidente que la gente espera que el país retome el rumbo, el crecimiento va cuesta abajo. Quiere la certeza de que va a poder sacar a su familia adelante con su esfuerzo y para eso es necesario empleo, crecimiento e inversión.
Un aspecto fundamental será el tema educación, las familias buscan educar a sus niños en instituciones de calidad y la gratuidad universal también hay que revisarla, no alcanza para todos, es injusto que el país financie la educación de quienes sí tienen como pagar.
¿Cómo evalúa la irrupción del senador Guillier en la carrera presidencial?
-Se está elevando en las encuestas, pero acá -que es donde lo conocen- le fue mal en la última elección. Es un tipo agradable, inteligente, pero es más de lo mismo y ha apoyado todas las reformas de este gobierno que la gente rechaza. Creo que Guillier es un fenómeno igual al de Bachelet, pero en su versión masculina. Yo espero que la gente haya entendido que para gobernar un país no basta con la simpatía.
"A la izquierda le debemos ganar como siempre le hemos ganado: defendiendo nuestras ideas en la calle"."