El doble duelo que hirió de muerte a Mark Twain
"Cartas desde la tierra" es una obra sarcástica y virulenta que el autor estadounidense escribió tras perder a su esposa e hija. Un lamento literario que fue publicado medio siglo después de su muerte.
A 54 años de su publicación, "Cartas desde la Tierra" llega ahora a Chile gracias a la editorial La Pollera. La traducción es de Fernando Correa Navarro.
Esas cartas, redactadas en el destierro por el Demonio, alimentarán una obra desafiante que funciona como un ensayo sobre religión y moralidad. En su misiva, Satán considera que el ser humano "piensa que es la mascota del Creador. Piensa que el Creador está orgulloso de él; incluso cree que lo ama; que tiene una pasión por él; que por las noches se sienta a admirarlo; sí, y que lo protege y aleja de los problemas. Le reza, y piensa que escucha. ¿No es una idea pintoresca? Colma sus oraciones con halagos tan vulgares y escuetos y rubicundos, y piensa que el Creador se acomoda en su trono y vibra y disfruta con estas extravagancias. Le reza todos los días para que lo ayude y para que lo mime y lo proteja; y lo hace esperanzado y confiado, también, aunque ni una sola de sus oraciones haya sido respondida jamás".
Twain reserva sus dardos más venenosos para denunciar las contradicciones de un Creador cuyo discurso -según él- no concuerda con sus acciones.
"Cartas desde la tierra" es una carcajada desesperanzada que, a pesar de su ímpetu, demuestra la pluma maestra de un escritor multifacético.
Mark Twain usó humor negro para construir a sus personajes. Uno de ellos es una especie de arcángel reportero.
"Cartas desde la Tierra"
Mark Twain
La Pollera Ediciones
86 páginas
$6.000
Por Andrés Nazarala R.
Susy Clemens, la hija de Mark Twain, murió en 1896 a los 24 años de edad. Olivia Langdon Clemens, su mujer, la siguió 8 años después, a los 58 años. El escritor quedó devastado y comenzó a trabajar en "Cartas desde la tierra", libro sarcástico y desencantado en el que cuestiona duramente el cristianismo. El autor abandonaría el mundo 6 años más tarde sin ver publicada la obra más rabiosa de su catálogo.
En 1939, cuando hubo interés de darlo a conocer por parte de las editoriales, su otra hija, Clara Clemens, se opuso tajantemente a ceder los derechos, argumentando que el libro presenta una versión "distorsionada" de su padre. Sin embargo, terminó aceptando su publicación en el año 1962, en parte gracias a la Guerra Fría. Es que la prensa soviética comenzó a informar que la obra de Twain estaba siendo censurada en Estados Unidos y se quiso demostrar lo contrario.
Llega en chile
"La idea nació de un ilustrador que trabaja con nosotros, Rafael Edwards", cuenta Simón Ergas, editor de La Pollera. "Empezamos a investigar, hablamos con el traductor, quien además tenía una propuesta más literal de traducción, algo que no se había hecho porque todas las versiones eran similares a los PDF en español de España que circulan en internet. Entonces nos embarcamos en el proyecto".
El libro presenta a un Dios arrogante y cruel que es cuestionado por un Satán que resulta más sensato que él.
"Estaba acostumbrado a este castigo, debido a su lengua suelta. En otras oportunidades había sido deportado al Espacio, porque no había otro lugar donde mandarlo, y había aleteado infinitamente por la noche eterna y en el frío Polar; pero ahora se le ocurrió seguir y buscar la tierra y ver cómo iba yendo el experimento de la Raza Humana. De vez en cuando escribía a casa -muy privadamente- a San Miguel y a San Gabriel de lo que pasaba allá", dice un pasaje del texto.
ensayo sobre religión
Twain se refiere, además, a la Biblia como una suerte de obra proselitista y ficticia. "Es interesantísimo; de una célebre poesía por dentro; y fábulas ingeniosas; e historias repletas de sangre; y moralejas; y mucha obscenidad; y miles y miles de mentiras". Luego, profundiza en Dios: "Estaba insatisfecho con la conducta de los hombres; la cual en algunos aspectos no era mejor que la suya. De hecho eran de un pobrísimo parecido. Fueron muy malas personas, y como no sabía de ningún camino para reformarlos, sabiamente concluyó eliminarlos".
contradicciones
"La historia humana siempre está roja con sangre, y amarga con odio, y manchada con crueldades; pero no es sino desde la época Bíblica que se han puesto límite a todas estas particularidades", escribe el autor de "Tom Sawyer".
"Incluso la Iglesia, a la que se le atribuye haber derramado más sangre inocente, desde el comienzo de su supremacía, que todas las guerras políticas juntas, ha visto un límite. Una especie de límite. Pero te das cuenta que cuando el Señor Dios del Cielo y la Tierra, el adorado Padre del Hombre, hace la guerra, no hay límite. No tiene piedad -Él, quien es llamado la Fuente de Toda Misericordia-. ¡Mata, mata, mata! A todos los hombres, a todas las bestias, a todos los niños, a todos los bebés; también a todas las mujeres y a todas las niñas, excepto las que no han sido desfloradas", anotó.
la censura de la hija
"Su biógrafo, al leer los ensayos antireligiosos censurados por su hija, dijo que eran terriblemente ácidos pero lo mejor que le había leído", señala Ergas. "Existe, además, un libro titulado "¿Qué es el hombre?", de corte similar a "Cartas desde la Tierra", en que Twain se pregunta por la esencia y obviamente responde con profundidad, pero principalmente con mucho humor".
AP