Tamara Miranda Varela
El homicidio de la profesora Karen Wilson Villagran, de 31 años, quien falleció en marzo pasado, después de haber sido estrangulada por su esposo, abrió la negra lista de mujeres que año a año en Antofagasta mueren a manos de sus parejas.
A la fecha en la comuna van dos femicidios consumados y nueve frustrados, los cuales esconden una dura realidad.
Si bien las cifras no son "altas", los números preocupan a la directora nacional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), Laura Echeverría Correa. Esto, porque durante años han trabajado para terminar con estos ciclos de violencia de parte del hombre hacia la mujer.
"Tenemos que seguir avanzando en temas de sensibilización", manifestó.
¿Cree que hay avances en materia de equidad de género?
-El Sernameg durante muchos años realiza un trabajo muy importante en demostrar que todas las mujeres en la práctica, estábamos siendo discriminadas. También levantó modelos de intervención con enfoque de géneros para que éstos fueran implementados en los distintos territorios. Asimismo, hicimos que la violencia que antiguamente era un tema privado, pasara a ser público y hoy es un delito. Hemos avanzando, lento, pero lo hemos hecho.
¿En qué está trabajando hoy el Sernameg?
-Estamos trabajando en la autonomía económica, física y política de la mujer. Eso es tremendamente importante. Esta nueva institucionalidad va a permitir que avancemos más rápido.
¿Cuáles son las medidas que están adoptando en materias de violencia contra la mujer?
-Lo que estamos haciendo es naturalizar la violencia contra la mujer ya no tan sólo en el espacio privado (violencia intrafamiliar), sino que también a otros tipos de violencia. Por ello, hemos creado centros de atención de víctimas, que son verdaderos refugios para ellas.
¿En la región cómo funcionan estos centros?
-Acá tenemos tres casas de acogidas provinciales y tres centros de atención para las mujeres. Éstos tienen apoyo sicosocial y un equipo multidisciplinario que orienta a las mujeres para que ellas mismas se dén cuenta de la situación de violencia que están viviendo y que denuncien. Lo más importante es que ellas se sientan apoyadas en esta situación.
También tienen centros para hombres maltratadores...
-Sí, muchas veces son derivados por la Fiscalía y otras veces son hombres que se dan cuenta del problema y quieren rehabilitarse. Hemos generado una infraestructura que permite proteger y defender a la mujer. Por otro lado, tenemos un circuito con Carabineros, Ministerio Público y PDI, porque hay que sensibilizar a todas las instituciones sobre el tema.
Promedio
¿Cuánto demora una mujer en promedio en denunciar una situación de violencia?
-En promedio, una mujer demora alrededor de siete años en denunciar un acto de violencia contra ella. Y eso no es menor. Después que denuncia muchas veces se retracta porque hay una dependencia afectiva con el maltratador. Hay historias de vida en cada una de ellas.
¿Cuántos casos de violencia han visto en la región? ¿Cómo estamos en comparación al resto del país?
-En Antofagasta, hay dos casos de femicidio y nueve son frustrados. Eso no quiere decir que las cifras sean bajas. Creo que no hay que poner tanto énfasis en las cifras, sino más bien en lo que hemos avanzado respecto a la sensibilización sobre este tema. En esta región hay mucho compromiso por parte de los organismos.
Durante este año, el Sernameg regional realizó cerca de cuatro querellas por femicidios y hechos de violencia, ¿cómo les ha ido con ellas a nivel nacional y local?
-Uno de los temas que tenemos que difundir mucho más tiene que ver con las querellas que hemos ganado porque eso le da esperanzas a las mujeres. Nos falta difundir esas resoluciones. Para que nosotros podamos representar a la víctima, necesitamos el apoyo de las familias.
Ellos deben otorgarnos el patrocinio, no podemos representar a la víctima por voluntad propia.
FAMILIAS
Hay veces en que este apoyo es rechazado por parte de la víctima (en el caso de un frustrado) o la familia (en el caso de una consumado)?
-Cuando la familia a veces no está de acuerdo, es un obstáculo. Y si eso pasa nosotros no podemos seguir interviniendo. Los números son relativos. Hay familias que tienen miedo a represalias, dependencias emocionales, juegan una serie de factores que son culturales.
En Antofagasta hay muchas mujeres extranjeras. En ese sentido, ¿cuáles son las atenciones que tienen ellas?
-Tienen los mismos derechos que las mujeres chilenas. Que sea de otro país no hace la diferencia. Las acogemos y le damos las mismas atenciones, independiente de su situación legal. En Antofagasta, particularmente, estamos trabajando fuertemente en la multiculturalidad.
"En Antofagasta, hay dos casos de femicidio y nueve son frustrados. Eso no quiere decir que las cifras sean bajas, pero hemos avanzado en la sensibilización"."