Hace cuatro años, inmediatamente después del triunfo de la alcaldesa Karen Rojo, escribíamos que esa victoria era más una derrota de la anterior jefa comunal, Marcela Hernando.
Este año, Rojo Venegas ha repetido el resultado, aunque con condiciones muy distintas. En 2012, sumó poco más de 34 mil votos, también como outsider, mientras este año ese apoyo se redujo a algo cercano a la mitad. El asunto puede ser preocupante por la baja representatividad de la autoridad independiente: un 5% de la población total de Antofagasta o un 7% del padrón, aproximadamente.
Para muchos, el tema es de relevancia absoluta, para otros, no será motivo suficiente para conseguir una convivencia democrática, más allá del escaso apoyo.
Hoy, más que nunca, es sorprendente la fragmentación que presenta la capital regional y el Norte Grande. Por lo pronto, esta ha sido una realidad histórica y a modo de ejemplo, sólo deben recordarse la cantidad de caudillos que han salido desde esta tierra.
Es llamativo -debe repetirse- que tanto la centroderecha, como la centroizquierda presentara tal cantidad de candidatos. Dos en el primero, y al menos cinco en el segundo.
En el caso de la capital regional, esto es un tema relevante, si las coaliciones no son capaces de plantearse el desafío de trabajar juntas para beneficio de la gente y la comuna, entendiendo que tienen diferencias políticas relevantes. Pero es de esperar que esta división tampoco implique poner trampas en el camino de la administración municipal que nuevamente sufrirá una orfandad muy importante.
Al tiempo, la administración de Karen Rojo debe estar muy cauta en este aspecto y tratar de tender puentes con todos los sectores. En esto, tanto las formas, como los planes de relevancia que se pongan en discusión, son aspectos que permitirán sumar.
Estos cuatro años permitirán a Rojo hacer una suma, trabajar con relativa calma y no repetir los errores de sus primeros tres años. Pero en esto debe ser capaz de convencer a las distintas posturas de que sí pueden conseguirse resultados buenos para todos, a pesar de contar con un apoyo menguado en las cifras.