Sin control vandalismo que afecta a monumentos y espacios públicos
DESPRECIO. Rayados, basura y destrucción de lugares emblemáticos ponen en evidencia la falta de cultura de algunos antofagastinos que afectan a toda la comunidad.
Mal olor, rayados, huellas de patadas en las murallas y botellas vacías de alcohol esparcidas en el segundo nivel.
Esa fue la deplorable imagen que ayer por la mañana presentaba la retreta de la Plaza Colón, monumento nacional que, después de un año de profunda restauración, fue reinaugurada hace sólo un mes.
La situación que afecta a la centenaria obra no es nueva, y sólo grafica el fenómeno que ocurre a nivel ciudad, en donde el espacio público y los monumentos han sido los lugares más perjudicados debido a la acción destructiva de terceros.
Ante tales circunstancias, no son pocas las personas que han denunciado y repudiado estos ataques contra los espacios emblemáticos de Antofagasta.
Claro ejemplo de esto fue la adversa reacción que generó los destrozos que afectaron al también recién inaugurado Parque Japonés a principio de año, en donde se consideró, incluso, tomar medidas extremas como enrejar el espacio durante las noches.
Anomia
Para el sicólogo clínico Sergio Schilling, la causa que motiva este tipo de acciones sobre los bienes públicos es la falta de incentivos y, la poca capacidad de generar metas y logros a nivel social por parte de los individuos que efectúan el ataque.
"Dentro de la rama de la sociología, está acuñado el concepto de 'anomia', que es lo que ocurre cuando la gente que forma parte de una sociedad se encuentra desesperanzada y siente que no está cumpliendo una expectativa", explica el experto.
También manifestó que si bien, esta causa se ha presentado en todas las sociedades a lo largo de la historia, cuando tienden a ser muy repetitivos, es porque ya no existe un deterioro del individuo, sino que de la estructura social.
A continuación, algunos casos emblemáticos del tema.
"Estos actos son perpetrados por personas que no ven de qué manera pueden aportar a la sociedad, pues de alguna forma sienten que ésta no cumple con sus expectativas".
Sergio Schilling,
sicólogo clínico"