Redacción
"Desde la economía, que es injusta, creamos un nuevo modelo, distinto, enfocado en ayudar a las personas y que pueda ser replicado".
Arturo Soto, con 36 años, fundador del club Budeo de Antofagasta suena cada día más convencido de la labor y objetivos que tiene la institución: construir un mejor lugar para vivir, potenciando y generando valores como el turismo, la ecología, conservación, la sustentabilidad y el deporte.
Ese es el sueño de los integrantes de un grupo nacido de la popular y estigmatizada población El Golf de la capital regional. Ellos están cumpliendo el sueño de salir adelante haciendo lo que quieren, un caso con el que quieren motivar a otros a perseguir sus anhelos.
Estilo de vida
La diversificación de Budeo es hoy notable. Famosos por su escuela de bodyboard y la organización del Campeonato mundial de la especialidad en Antofagasta, hoy están abiertos a otros emprendimientos que repiten la misma lógica de marcado carácter social.
Instalados junto al borde costero antofagastino, la playa y el mar son los compañeros permanentes del grupo de innovadores sociales.
"Budeo es un estilo de vida, una forma de vivir. Mi familia esperaba que trabajara en la minería y hasta que conocí a Arturo me di cuenta que otra cosa era posible, estoy feliz y esto es lo que deseamos traspasar a Antofagasta que es mucho más que un desierto", explica Claudio Alquinta, sicólogo del Club.
A él se suman, Glen Cuevas, profesional ligado al área turismo; Billy Bown, socio de Arturo; Jimmy Bown, audiovisualista y Daniel Díaz, encargado de experiencias.
Eso ha hecho posible que el desarrollo de Budeo superara lo que Soto "visionó" hace algunos años. Hoy desarrollan producciones de distinto tipo, como el turismo, ofreciendo servicios en el borde costero de la ciudad, la isla Santa María, trekking, o avistamiento de animales.
En el área deportiva destaca el señalado campeonato mundial y los circuitos regionales de bodyboard, en Taltal , Antofagasta, Mejillones y Tocopilla, más el trabajo social, con el que buscan educar a los niños con experiencias que les sirvan para la vida: snorkeling, senderismo, yoga y otros.
La mayoría de los menores proviene de sectores vulnerables, de modo que la intención es ejecutar labores de prevención para mantenerlos alejados de flagelos como la delincuencia o la droga.
"Queremos mirar los problemas de Antofagasta como una oportunidad, además, esto genera recursos que no son sólo económicos, también ecológicos y deportivos al ofrecer un servicio sustentable. El mundo puede cambiar, el país, siempre que los jóvenes crean y hagan lo que quieren hacer, lo que les gusta y con mucha creatividad", dice Soto.
MODELO a replicar
El tipo de labor desarrollado por el grupo ha trascendido las fronteras, destacando el apoyo de distintas instituciones como la ONG Ashoka, Fundación Minera Escondida; el proyecto Triple cuádruple Hélice de Innovación de la UCN, o Avonni, entre otros.
La "anomalía" que ofrece Budeo, quienes catalogan a Antofagasta como un paraíso para la práctica de los deportes es demasiado llamativa, rupturista e innovadora, más cuando la labor social con niños da pleno éxito, tanto que es caso de estudio como nueva forma de educar.
Los sueños pueden realizarse, insisten en Budeo.
un mejor lugar para vivir
comenzó el Club Budeo a organizar el Antofagasta Bodyboard Festival fecha del campeonato mundial de la especialidad. 2012