Cristian Castro Orozco
En un pequeño jardín, ubicado en la entrada de la escuela de formación de Carabineros de Antofagasta, existe un curioso monolito con la esfinge de un equino.
En su inscripción, se honra a quienes en "aras de la lealtad, mueren", pero la dedicatoria no alude a un mártir de la institución, sino que a un caballo.
En efecto, la placa recuerda la figura de "Abismo", un potro que fue protagonista de un confuso incidente en Perú, donde el animal destacó por su extrema fidelidad hacia su jinete, un carabinero muerto en servicio.
Según un trabajo de investigación realizado en 1980 por el entonces mayor de Carabineros, Héctor Barahona Gallardo, el acontecimiento se remonta a agosto de 1925 en Tarata (región de Tacna).
La zona en ese entonces estaba bajo la administración chilena (a consecuencia de la Guerra del Pacífico), pero aquel año estaba prevista la entrega del territorio a Perú, lo que terminaría ocurriendo en septiembre.
Incidente
El traspaso de la provincia de Tarata fue delegada al Regimiento de Carabineros "Tacna", cuyo mando debía dar la orden de concentración a los destacamentos chilenos de la zona, para después devolver los cuarteles a las autoridades peruanas.
La noche del sábado 29 de agosto de 1925, se envió un mensaje al destacamento chileno que ocupaba la pequeña comunidad llamada Chucatamani (hoy Distrito Héroes de Albarracín) para la "concentración definitiva".
El encargado de llevar la orden fue el carabinero Manuel Aguayo Paillalef, quien inició el recorrido cabalgando sobre su caballo Abismo.
Lealtad
En medio de este viaje, el carabinero fue alcanzado por dos tiros mortales (se especula la acción de militares adversarios). Uno de los tiros le despedazó la mano izquierda y el otro le dio en el bajo vientre.
Abismo, alterado por los disparos, comenzó una loca carrera con el jinete herido en su lomo. Ya casi llegando a Chucatamani, el carabinero cayó agónico al piso.
El animal entonces se echó a su lado, permaneciendo ahí hasta que Manuel Aguayo Paillalef fallece.
Lo que sucede a continuación fue posible deducirlo a partir de las huellas dejadas por el animal y la escena imperante al momento del hallazgo del carabinero muerto.
Abismo permaneció al lado del cuerpo inerte de su jinete más de 15 horas. Ni siquiera la existencia de praderas y áreas de vegetación cercanas, pudieron alejar al potro del cadáver de Manuel Aguayo.
Conmoción
La escena del carabinero muerto junto al potro fue descubierta por un escuadrón del mismo destacamento al cual pertenecía Aguayo Paillalef, quienes habían salido en su búsqueda al no obtener respuestas del mensaje enviado.
El documento elaborado por Héctor Barahona narra que fue tal la impresión que causó la fidelidad del animal, que incluso llegó a emocionar a algunos de los carabineros presentes.
Entre los testigos se encontraba el subdelegado y jefe de las fuerzas de Carabineros de Tarata, el mayor Gavino Cavieres Vega, quien tomó su cámara fotográfica y capturó la noble escena donde se aprecia el cadáver semirrecostado del emisario a un costado del camino, y a unos pocos metros, el sereno Abismo.
Antofagasta
El carabinero fue sepultado en Tacna con todos los honores militares, mientras que el caballo fue trasladado hasta Arica.
En esa ciudad estuvo poco tiempo antes de ser confinado de manera definitiva a las pesebreras de la 5ta Comisaría de Aduana de Antofagasta, que por aquel entonces tenía su cuartel en las inmediaciones del Barrio Histórico. Hoy ya no existe.
Allí, Abismo gozó del reconocimiento de los carabineros, y hasta el día de su muerte, en agosto de 1952, nadie más lo volvió a montar.
Su cuerpo fue sepultado con honores en ese lugar, pero en 1983 sus restos fueron trasladados hasta los jardines de la Escuela de Formación de Carabineros en calle Matta, donde permanecen hasta hoy.
"Esta historia refleja la convivencia policial que se adquiere en el tiempo entre Carabineros y los animales. Éstos siempre han estado incorporados a la labor policial, por lo que no es raro encontrar historias como las de Abismo", explica el teniente coronel Luis Amaya Espinoza, comandante del grupo de la Escuela de Formación de Carabineros, lugar donde reposan los huesos del fiel caballo.
Existen versiones que aseguran que el animal nunca fue retirado de su sitio de entierro original, sin embargo, para la mayoría de los formados en esa institución, aquello poco importa, pues la relevancia de la historia radica en la relación que se llega a entablar con los animales, la cual incluso trasciende a la muerte, como ocurrió con Abismo.
La entrega de Tarata
Tras la ocupación militar de Lima en la Guerra del Pacífico (1879-1884) Chile comenzó un proceso gradual de devolución de territorios a Perú tras la firma del Tratado de Ancón (1883), que restablecía la paz entre ambos países. Entre los últimos territorio cedidos se encuentra la provincia de Tarata, la cual fue devuelta el 1 de septiembre de 1925. Hasta ese año, seguían bajo la administración nacional los departamentos de Arica y Tacna. Finalmente en 1929 esta última es reincorporada a Perú.