Antofagastinos opinan el porqué tenemos las "playas más sucias"
PROBLEMA. A la basura presente en todo el litoral, se suman los efectos de la contaminación, en especial de las colillas de cigarrillos y envases plásticos.
Desde las 8 horas que Luis Acuña se encuentra recogiendo basura de la arena en el Balneario Municipal.
Ya es casi mediodía y este aseador va en su segunda vuelta recolectora, sacando igual, o incluso más cantidad de desechos del mismo sector que limpió hace poco menos de tres horas.
Su turno termina a las 15 horas, pero reconoce que, a pesar de las casi siete horas de trabajo por dejar la playa libre de basura, de nada sirve el esfuerzo porque ya a las 17 horas el panorama en el balneario vuelve a ser el mismo que cuando comenzó a trabajar: todo nuevamente repleto de desperdicios.
"Pareciera que en mi vida se repiten las mismas acciones desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde, porque a pesar que empiezo por limpiar desde el extremo norte hasta el sur, cuando llego a este último punto, el primero ya está de nuevo lleno de basura", cuenta.
ESTUDIO DE LA ucn
Según un estudio del "muestreo nacional de basura en las playas", realizado por científicos de la Universidad Católica del Norte (UCN), y dado a conocer hace algunas semanas, Antofagasta -y por tercera vez en el mismo sondeo- sacó el primer lugar como la ciudad con las playas más sucias del país.
El informe señala que serían casi 13 unidades de desechos por metro cuadrado lo que puede llegar a encontrarse el visitante que vaya a alguna playa de la comuna.
"Para mí, esto no es una playa, sino un basural. Está todo colmado de botellas y cigarrillos. Con mi amiga venimos a entrenar al balneario, pero no podemos estar descalzas en la arena para no correr el riesgo de cortarnos con algún vidrio roto", relata la estudiante de Sicología de la UCN, María Velázquez.
Esta opinión no es nueva, ya que el problema de la basura -y no sólo la que está en las playas- siempre ha sido uno de los principales dramas en la ciudad.
Dentro de este aspecto, tampoco son menores las campañas realizadas en la comuna para erradicar este grave problema, ya que cada año la municipalidad, gobernación, organizaciones y privados realizan operativos de limpieza y concientización, pero los resultados son nulos.
Entonces queda la pregunta, ¿qué es lo que hace falta para acabar de una vez con la basura?
Cultura
El mismo estudio también determinó que los desechos en las playas "proviene mayoritariamente de fuentes cercanas, y estaría ligada a actividades realizadas en el mismo lugar".
Nada más real, ya que los principales desperdicios que uno se encuentra entre la arena del Balneario Municipal, Playa Paraíso y El Trocadero entre otros, son latas y botellas de alcohol vacías, colillas de cigarrillos, restos de fruta y hasta pañales usados.
"Todo esto con el sol se pudre y después sale un olor nauseabundo. Es fome igual porque uno viene con sus hijos, quienes se ponen a jugar en la arena y de repente aparece alguna asquerosa sorpresa", dice la vecina María Ardiles.
Impacto ambiental
Pero más allá de la estética imperante, el efectos de colillas quemadas y del plástico en las playas también generan un violento impacto ambiental.
"Hay que recordar que las colillas de cigarrillos tienen productos altamente contaminantes, metales como el cadmio (presente en las pilas) restos de plásticos y los residuos propios que se generan de la quema del cigarro al ser fumado", explica el director del Centro de Estudios Ambientales de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra.
Para el sociólogo César Trabucco, la poca responsabilidad de las personas en el trato con la basura obedece al poco apego que se tiene por la ciudad, y en especial con el mar.
"Yo creo que los antofagastinos nunca han entendido la enorme ventaja que tienen sus playas, las que son una enorme fortaleza no sólo en lo turístico, sino también en el esparcimiento. Pero le tenemos poco aprecio y sólo la vemos como un mero vehículo por dónde sacar mineral", explica el académico de la UA.
Aún ante el negativo panorama, jóvenes universitarios, escolares, vecinos e instituciones como la Armada y grupos de deportistas (bodyboard y surf) hacen lo imposible por mitigar este problema.
"Creo que los antofagastinos no entienden la enorme ventaja que tienen sus playas, las que son una enorme fortaleza no sólo en lo turístico, sino también en el esparcimiento. Pero hay poco aprecio y sólo la usamos para sacar el mineral". César Trabucco,
sociólogo"