Carrera presidencial en marcha
Hoy, en el país, hablamos más de la presidencial, que de la elección municipal; y eso tiene mucho que ver con la orfandad que sigue pesando sobre el gobierno. En adelante habrá que estar atentos a las señales de los candidatos. ¿Se acercarán o alejarán de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría? De ello depende el futuro legado que quede para la actual administración.
La irrupción del exPresidente Ricardo Lagos Escobar, como potencial carta presidencial tiene varias lecturas, pero en particular llama la atención respecto al escenario en que deja a la actual administración.
A poco más de un mes de los comicios municipales, queda la impresión que la elección presidencial de 2017 se ha tomado la agenda del nivel nacional.
Vemos con sorpresa que a la irrupción de Lagos se está a la espera del exPresidente Sebastián Piñera, quien declaró que tomará una definición el próximo año, y que otros tantos manifiestan su disponibilidad: el DC, Ignacio Walker; los PS, Isabel Allende y José Miguel Insulza; el exRN, Manuel José Ossandón; el PRO, Marco Enríquez-Ominami; y el senador independiente, Alejandro Guillier, entre otros.
¿Es ésta una buena noticia para el gobierno de Michelle Bachelet?
Aparentemente, no. A un año y medio de dejar el cargo, resulta sorprendente el interés por llegar a la primera magistratura, lo que indudablemente cambiará sustancialmente las opciones de maniobra del ejecutivo en ejercicio.
Por otro lado, no queda claro que los interesados allegados al bloque de la Nueva Mayoría, estén alineados con el discurso del bloque liderado hasta hoy por la Presidenta. Debe recordarse que la Jefa de Estado ha tratado de romper con la Concertación, incluyendo a varias personalidades relevantes del conglomerado, saco en el que podrían caer Lagos Escobar y José Miguel Insulza. Ni hablar de la centroderecha que ha manifestado críticas a la forma en que el gobierno se ha conducido.
No queda claro que los cuatro años de Bachelet permitan hablar de un legado y menos de la refundación. Muy en contrario, la apreciación de un diagnóstico sesgado de la actual realidad han gatillado críticas de amplios sectores políticos, que no entienden algunas definiciones ejecutadas en este período.
Muy seguramente, los interesados en la Presidencia manifestarán y ahondarán en esas definiciones, en el objetivo de ganar los votos necesarios, pero más que eso, observaremos si es un punto de inflexión respecto a lo que la Nueva Mayoría y el gobierno han liderado en estos dos años y medio.