El debate por el sistema de pensiones: Mitos y realidades
Guillermo Yáñez
El debate por un cambio al sistema de pensiones ya está instalado en Chile. Si existe un diagnóstico ampliamente compartido, es que el sistema de capitalización individual actual no entrega pensiones adecuadas. La tasa de reemplazo promedia algo más del 30%, en circunstancias que el mínimo objetivo en la OCDE es de 50%, y un sistema exitoso alcanzaría un 70%. Efectivamente, hay un problema serio por resolver, pero para ello, se deben clarificar ciertos aspectos.
Un sistema de reparto puro consiste en que el Estado paga a los pensionados con los impuestos recaudados de la población en edad activa. A su vez, esa generación recibirá su pensión cuando los futuros trabajadores paguen sus impuestos. La apuesta es que al crecer la economía, la recaudación aumentaría y las pensiones mejorarían. Sin embargo, pagar con los aportes de otros no es más que un esquema piramidal perpetuo, cuya estructura tarde o temprano se desmorona por tres posibles fenómenos: Envejecimiento de la población, baja natalidad o crisis económica.
Al otro extremo, el sistema de capitalización individual consiste en un fondo con aportes del propio trabajador y que es administrado por un tercero, que actúa como administrador separado del fondo administrado. Las rentas obtenidas se van capitalizando y al momento de pensionarse, comienza el retiro programado de dicho fondo. Es un sistema que reaccionaría mejor ante envejecimiento de la población y baja natalidad, pero sigue siendo imperfecto y volátil ante crisis económica.
La mayoría de los países OCDE tiene un sistema mixto en el que participa el Estado en un pilar solidario, pero sólo para financiar las pensiones de los quintiles con menores tasas de ahorro. No hay sistema de reparto puro. Los quintiles superiores se financian con aportes a fondos privados, con participación tanto del empleador como el trabajador. Efectivamente, la capitalización individual es la mayor proporción de las pensiones del mundo OCDE. Entonces, ¿por qué tenemos una tasa de reemplazo tan modesta?
El portafolio no está rentando lo suficiente. Una alta concentración en sociedades IPSA no es exactamente lo que denominaría un portafolio ganador a largo plazo. Los ahorrantes más jóvenes podrían participar de otras sociedades más pequeñas, administradas mediante fondos de capital de riesgo o de índole similar. Enhorabuena, se ha iniciado la discusión sobre fondos de infraestructura. Se debe considerar que el trabajador, de común acuerdo con el empleador, pueda participar en fondos privados en sectores que sean de interés (litio, energías renovables, etc.).
La alta concentración de administradoras de fondos le ha restado dinamismo al sector. Debiese obligarse a la administradora a tener una participación relevante en los mismos fondos de los afiliados. Por otra parte, en el sistema chileno las administradoras pueden cobrar comisiones en la medida en que la rentabilidad se mantenga dentro de un rango respecto al promedio. Se debe cambiar a un sistema que incentive obtener mayores retornos ajustados por riesgo. Lo que no es recomendable, es permitir retiros anticipados del fondo y en especial para inversiones inmobiliarias. El resultado suele ser una burbuja.
Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la
Universidad Santo Tomás.