100 años | 26 de agosto de 1916

Reclaman por crear policía marítima

En un artículo se mencionaba que desde hacía tiempo se venía publicando que una de las medidas más urgentes para Antofagasta era la conformación de una policía marítima a cargo de personal idóneo, bien preparado y que diera garantías al comercio y pusiera atajo a los continuos robos que pueden ser apreciados en la bahía.

50 años | 26 de agosto de 1966

Vecinos de Playa Blanca necesitan solución

Diversos problemas enfrentan los vecinos de Playa Blanca, los cuales no parecen ser escuchados por el Municipio de Antofagasta. Entre éstos se cuentan, el acceso a terrenos, nivelación de los mismos, temas en que han hecho gestiones ante distintos ministerios. Al tiempo, sostienen que la calidad de las casas no es la mejor.

10 años | 26 de agosto de 2006

Amenazas causan desvío de aviones en EE.UU.

Las autoridades federales de EE.UU. desviaron ayer vuelos y aumentaron las medidas de seguridad en varios aeropuertos debido a cuatro incidentes separados que, pese a las supuestas amenazas, no pusieron en peligro a los pasajeros. Investigan a un estudiante universitario que tenía restos de dinamita.

El Ministerio de Energía entregó buenas noticias en los últimos días respecto a las nuevas tarifas de electricidad a partir de 2021. Estas tendrán una baja cercana al 20%, lo que aliviará el bolsillo de la mayoría de los chilenos, desde Arica hasta la Isla de Chiloé.

Diferente es el caso de las dos restantes regiones del país, a las cuales se estudia una nueva modalidad o tipo de subsidios debido a sus condiciones climáticas y geográficas, ya que quedan excluidas del sistema interconectado.

En sí, el anuncio no sólo es una buena noticia desde el aspecto económico para los usuarios, sino también de la diversificación de la matriz y la producción de energías renovables, como es el caso de la eólica y solar, ambas en abundancia en el desierto y con millonarios proyectos en plena ejecución.

Si hasta hace cinco años el panorama era preocupante en el país debido a la carencia y el encarecimiento de la energía tanto para el consumo industrial como el sector domiciliario, hoy el panorama dista bastante de ese verdadero fantasma que persiguió especialmente a la minería y encareció los costos de producción.

El último punto no puede pasar desapercibido. Uno de los grandes temores fue la carencia de una matriz para soportar los crecientes requerimientos de la industria del cobre, que además contaba con uno de los precios más altos de Sudamérica.

La reciente licitación del suministro eléctrico viene a confirmar las millonarias inversiones en materia energética, que incluso en la región supera al indicador de la minería, dejando en claro que se pensó a largo plazo y con un componente de protección ambiental. Además, la competencia permite que las tarifas vayan a la baja y eso lo agradecen los consumidores.

Es así que la potente irrupción de los parques fotovoltaicos y eólicos no son casualidad en el desierto y demuestran que estamos ante una nueva oportunidad para aprovechar las condiciones inigualables de la radiación solar y el viento.

La frase que el desierto es pura energía cobra más vigencia que nunca y, lo más importante, con una matriz renovable y sustentable en el tiempo.

El INE en su nueva encuesta de ingresos vuelve a ratificar una realidad ya conocida: el 20% de nuestros ocupados, son conmutados, es decir, no viven en nuestra región, 66.329 personas.

Para Antofagasta, esta enorme masa de trabajadores que percibe su remuneración en nuestra región y se las llevan a sus regiones de origen, significa una pérdida superior a los US$800 millones anuales, una cantidad gigantesca, que de permanecer en nuestro teritorio se traduciría en un enorme beneficio para todos los habitantes. Esto, que para los antofagastinos es un problema, para el Estado y para el país no lo es, es más, para el gobierno debe ser positivo y deseable, por cuanto las riquezas que genera Antofagasta, de esta manera, se distribuyen al resto del país.

Cada vez que nos sorprendemos con esta realidad, buscamos las razones de por qué un trabajador desea o prefiere trabajar aquí y seguir manteniendo su familia viviendo en otra región, y casi siempre apuntamos a situaciones ligadas a la calidad de vida que nosotros ofrecemos, comparadas con las que tienen en sus propias regiones y claro, perdemos comparativamente.

Sin embargo, creo que hay otra razón y tal vez más importante que ofrecer una mejor calidad de vida y es la estabilidad laboral.

Nada sacaríamos con ofrecer una muy buena ciudad, con excelente calidad de vida si no somos capaces de ofrecer trabajos de largo plazo, que permitieran a un trabajador decidir cambiar su residencia a nuestra región.

Antofagasta vive de ciclos, los mismos que acompañan la minería, nuestra principal industria es la minería y el resto de la economía depende también de ella, por tanto, con el fantasma de la brevedad de los ciclos mineros, difícilmente encantaremos a más gente a venirse a radicar en nuestras ciudades.

Las compañías mineras tampoco colaboran en construir región, con sus políticas de contratos a empresas proveedoras y de servicios, abusivas y de corto plazo, con sus jornadas laborales que facilitan los traslados y destruyen familias, dejan claro que la cacareada responsabilidad social o agregación de valor no son más que discursos para la galería.

Antonio Sánchez

Director Cámara de Comercio de Antofagasta