Antofagasta, puerta hacia el Pacífico
Son 1.814 kilómetros de carretera los que unen Campo Grande -capital de Mato Grosso- con Antofagasta y buena parte de esa ruta ya está pavimentada. Inversiones por $45.000 millones demandará completar el tramo nacional del Corredor Bioceánico que unirá Puerto Murtinho (Brasil) con el Norte Grande chileno. Hablamos de una gran cifra.
La posibilidad de que el Norte Grande del país, en especial nuestra Región de Antofagasta, se consolide como una gran plataforma para el conosur latinoamericano, parece hoy más cercana que nunca.
Nuestra zona es un espacio natural para ello. Este podría ser el punto desde el cual pudieran salir productos del sur de Brasil, Uruguay, Paraguay, el norte argentino, hacia los mercados asiáticos, por lejos, los más relevantes del planeta.
No cabe duda de lo anterior. Las ventajas que ofrece nuestro país para ese tránsito son enormes, ya que las mercancías de los países citados llegarán en tiempos más breves que los actuales al salir directamente por el Pacífico. Este ahorro en tiempo también implica en la práctica, menos dinero.
Para ello deben ejecutarse una serie de obras de infraestructura importantes y costosas, pero fundamentales para llevar a cabo el objetivo; pero es gratificante saber que el denominado Corredor del Trópico de Capricornio ya fue declarado prioritario por los presidentes de los cuatro países involucrados: Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. Cada uno de los gobiernos comprometió una serie de iniciativas e inversiones en infraestructura para completar la ruta.
Al tiempo, el embajador de Chile en Brasil, Jaime Gazmuri , destacó que dentro de tres años estará plenamente operativo el corredor bioceánico que conectará Puerto Murtinho y los terminales marítimos del norte chileno, pasando por El Chaco paraguayo y el noroeste argentino (NOA).
Se trata de muy buenas noticias y perspectivas por el impacto económico que esto podría tener. No sólo se trata de faenas portuarias, sino de la construcción de una enorme cadena logística que preste servicios a los miles de exportadores de esa zona de innumerables productos mineros, pero por sobre todo agrícolas.
En este plano debe reconocerse el impulso realizado por tantos hombres que soñaron este desarrollo, que ha reimpulsado el intendente Valentín Volta. Aquí está gran parte del futuro de la zona y su viabilidad y desarrollo en el largo plazo.