"El poder central ha manejado pésimamente nuestros recursos"
REGIÓN. El ingeniero dice que hemos sido los culpables de aguantar y que las autoridades cuidan más sus empleos que los intereses locales.
Luis Alberto Gaete Mujica es de hablar pausado y tímido; a ratos parece que pidiera permiso para emitir su opinión…Pocos pensarían que con esa personalidad de tan bajo perfil aboga por el enorme objetivo de mayor autonomía para Antofagasta.
Pero es así.
Conocido por su faceta empresarial, es un ingeniero comercial con varios postítulos, que no olvida sus orígenes en la Población Oriente de la capital regional. Desde ese lugar ha construido una íntima relación con el territorio que incluso resulta algo dramática.
Gaete está hace meses instalado en Santiago, aquejado por un cáncer que ya está derrotando y que le ha generado una sensibilidad distinta.
Por ello -sostiene- su agresiva idea política tomó inusitada fuerza. La página 'Antofagasta Región Autónoma de Chile' en Facebook, suma más de 50 mil fans con quienes comparte textos, reflexiones y fotografías, que nada parecen tener que ver con un empresario y actual militante de la UDI.
Autonomía
¿Por qué desarrolló esta página? ¿Qué persigue?
- Como siempre lo he dicho: 'somos un país dentro de otro país', sufrimos dolencias diferentes y tenemos necesidades distintas, en todos los ámbitos: salud, educación, seguridad, inmigración, vivienda, etc. Sin embargo, con suerte recibimos el 'recetario central' recortado y muchas veces inaplicable, como lo es todo lo referente a políticas de suelo para viviendas sociales.
Por eso estamos llenos de campamentos y de gente viviendo en la calle. En el desierto menos densamente poblado del mundo tenemos el metro cuadrado más caro de Chile. Son múltiples los ejemplos en todas las áreas en donde la norma nacional no es la mejor solución. Así se me ocurrió crear un medio donde se comenten todas estas diferencias y se coloque una semilla adaptada a nuestro ámbito.
Pero cada región podría reclamar lo mismo…
La diferencia es el aporte al PIB que hace Antofagasta y su inmensa diferencia respecto a lo que se le devuelve. Somos el 11% del producto nacional y la inversión pública apenas supera el 3%.
Me imagino que la respuesta de la población le ha sorprendido.
- Hay más interés del que había imaginado. Cada vez hay más conciencia del trato vejatorio del que somos objeto. Creo que la pasividad con que antes se acataban las cosas se ha ido quedando en el pasado; quizás en algo hayamos influido. Si así ha sido, al menos habremos comenzado a caminar… a caminar, aunque necesitamos correr y muy rápido, porque se nos acaba el tiempo y los recursos.
¿Hubo algún hecho que hiciera prender el interés por esta "causa"?... Porque llama la atención la cantidad de "fans".
- Diariamente se suceden hechos que han incrementado los seguidores de nuestra causa; que está por alcanzar los 50 mil fans. No es un hecho, son múltiples los acontecimientos que indignan a nuestra población y que encuentran en la página, una forma de expresión y descarga de toda la rabia contenida. Sin embargo no sólo resaltamos lo mucho malo que tenemos, y debemos corregir, sino también invitamos a conocer infinitos lugares de una belleza inconmensurable que posee nuestra zona y que muchas veces, pese a estar tan cerca, ni siquiera nuestros habitantes conocen. Tenemos una región diversa y entretenida. Una visión contrapuesta y mucho más optimista de los que nos miran con desdeño y aburrimiento, algo que de una u otra forma nos ha contagiado.
Hablar de autonomía parece derechamente una utopía. ¿Por qué apostar por algo tan extremo?
- Se define la utopía como un deseo o plan ideal, atrayente y beneficioso, generalmente para la comunidad, que es improbable que suceda o que en el momento de su formulación es irrealizable… Y ¿porqué esa utopía no se puede tornar en algo realizable?, ¿de quién depende, sino de nosotros, que somos los principales financistas de las utopías centralistas? O sea, financiamos utopías foráneas, pero las nuestras no. ¿Acaso ya no es tiempo de vivir más felices y mejor en este terruño?. Y si hablamos de extremismo, extremismo es el trato indecente que se nos ha dado, eso sí es extremo, pero retener lo justo para nuestra tierra, me parece que es lo que debe ser. Hablar de autonomía regional de verdad y no como concepto cliché, no es extremo cuando no existe ningún interés del centro y otras zonas por remediar nuestra situación.
¿Y qué modelo de administración y desarrollo debiera tener Antofagasta?
- Simple: dos entes coordinados como equipo; un poder político regional que genere unificación de tendencias en la población y un poder técnico- económico regional, que rediseñe cuantitativamente el desarrollo de nuestra región de manera eficiente, de tal forma que seamos líderes en educación, vivienda, tecnología, calidad de vida, salud, desarrollo industrial y no necesariamente seguir sólo con la minería bruta y extractiva, etc. Todo ello retribuyendo al erario nacional con la mitad de los excedentes económicos.
Parecerá un chiste, lo que diré, pero hay que dejar que las otras regiones busquen sus propias potencialidades de desarrollo y dejen de vivir a expensas de la región que peor lo está pasando en Chile, y que curiosamente es la generadora de recursos. En eso estoy con Hernán Büchi, cuando señala que "el cobre le ha hecho mal a Chile".
El poder central ha manejado pésimamente nuestros recursos regionales agotables, de manera tal que no nos vengan a dar cátedra de capacidades en ello. Ya es hora de un cambio, del despertar de nuestras instituciones, de nuestra comunidad, de las universidades locales, de los colegios profesionales y conectarlos con nuestra realidad, de advertir la verdadera dimensión e inmensidad del potencial de nuestra zona. Ni pensar lo que hemos desperdiciado en el pasado, pasado que imperiosamente hay que transformar.
¿No cree que sería suficiente con la elección de intendentes?
- La elección de intendente no será suficiente. Se requiere un sistema más complejo, que tenga contrapeso con el gobernador regional. Antofagasta requiere una unidad de esfuerzo y no una repartición de éste.
Cambios
Gaete sostiene que la Región necesita de una diferenciación tributaria para atraer industrias inteligentes y de nivel mundial, pero eso requiere mayor adaptación y planificación de largo plazo.
"No podemos seguir dejando ir a empresas como Intel. Por primera vez hubiésemos exportado cobre en milígramos y con un impacto fuertísimo para el desarrollo tecnológico local. Hablan con mucha liviandad de "valor agregado", pero a la hora de generar verdaderos incentivos para atraer empresas de este tipo y nivel nada hacen, salvo discursos que ni ellos mismos se los creen. Más hoy con un Estado desesperado por tributos para gastar lo que no tiene".
¿No le han acusado de 'peligro público' o algo por el estilo?
- Me han llegado rumores de cosas, pero habrán de saber que mi propuesta es de mucho amor a Chile, habrán de tomar conciencia de que lo mejor que el país estratégicamente puede hacer desarrollar esta parte y tener contenta a la gente. Nunca ha sido mi visión el total independentismo de la nación, ni menos el poner los ojos en el vecindario. Sí, obligadamente en la autonomía, porque desde el nivel central no comprenden ni les interesa comprender las necesidades y prioridades locales, y están muy felices de gastar a destajo y sin cuidado los recursos que esta zona les provee. Para ellos el discurso de descentralización se traduce en más líneas de Metro, más Transantiago o poner más dinero donde hay más votantes.
Una cosa que llama la atención de Antofagasta es la falta de tejido social… La gente parece bastante conforme con la vida actual. ¿No cree que colisiona directamente con los deseos de autonomía?
- Existe un concepto tomado de la psicología; que es la "desesperanza aprendida", se habla de una enfermedad tanto individual como colectiva, con profundas repercusiones en lo físico y emocional, que termina gangrenando todo el cuerpo y el alma. De manera tal que existe la plena convicción de que no es posible modificar la realidad, independiente de las acciones o medidas que se tomen para hacerlo.
Y eso es lo que, a mi juicio, nos pasa. Estamos enfermos de desesperanza, hemos aprendido a no conflictuar con el centro, lo que está muy bien para beneficio del resto y perjuicio nuestro. Pero ya es hora que tomemos las riendas de nuestro futuro y enfrentemos con una mentalidad más positiva lo venidero, nuestra actitud debe cambiar, si nuestra actitud cambia; ni la autonomía será un imposible. Nos faltan ganas y convicción, porque capacidades tenemos y de sobra.
Acá moros y cristianos, derechistas e izquierdistas hemos sufrido el embate santiaguino. Creámonos el cuento de que todo es posible y dejemos nuestras diferencias de lado en beneficio de nuestra región. Bien vale la pena el intento, pero esta vez con constancia, convencimiento y mirándonos cara a cara.
"Tenemos una región diversa y entretenida. Una visión contrapuesta y mucho más optimista de los que nos miran con desdeño y aburrimiento"."
Lidiando con el cáncer
En lo personal, acaba de enfrentar un cáncer… ¿Cómo fue esta experiencia?... Muchos dicen que son los costos o riesgos de vivir en esta región… ¿Qué le dice aquella frase? - Hace ya meses que me encuentro en Santiago, y estimo estar saliendo de un proceso difícil. Cuando el médico me dijo que tenía cáncer sentí que todo se derrumbaba. Definitivamente ya no soy el mismo. Aprecio cosas tan nimias que antes pasaba por alto, el valor de la amistad se torna mucho más potente, los afectos se hacen más intensos y la vida se ve de otra manera. Lo que era importante ya no lo es tanto y lo que era menospreciado hoy se aprecia. Como quiera que fuere, lejos de ser lindo tener cáncer; es una enfermedad que sensibiliza. He tenido la suerte de poder trasladarme a Santiago, donde hay mejores recursos médicos, pero no puedo sacar de mi mente a tantos niños, adultos y personas mayores que tienen que viajar con un costo económico y emocional importante en busca de sobrevivencia. Peor aún, para quienes simplemente no están en posibilidad de hacerlo y se tienen que someter a las precariedades locales. Eso es demasiado abuso con gente que hace patria. Es probable que el cáncer lo haya adquirido por ser antofagastino, no lo puedo asegurar, pero lo que si puedo afirmar, es que seguiré con más fuerza que antes el procurar que se haga justicia con nuestra región. No sólo adquirimos más cáncer por ser de la locación, sino adolecemos de contar con los mejores medios para tratarlo dignamente. Hoy más que ayer amo y extraño a Antofagasta. No es Antofagasta quien me produjo el cáncer, son las políticas públicas vigentes hasta el día de hoy las que me lo produjeron.
"Creo que la pasividad con que antes se acataban las cosas se ha ido quedando en el pasado; quizás en algo hayamos influido". ¿Acaso ya no es tiempo de vivir más felices y mejor? Y si hablamos de extremismo, extremismo es el trato indecente que se nos ha dado, eso sí es extremo, pero retener lo justo para nuestra tierra, me parece que es lo que debe ser"."