Una nota periodística publicada el pasado lunes en nuestro Diario dio cuenta del notorio incremento de personas en situación de calle viviendo en espacios públicos de nuestra ciudad. Se trata de un problema complejo, pues apunta a gente real habitando en condiciones indignas, que deben ser una afrenta ética para nuestra sociedad.
El asunto es delicado en la capital regional. Según el Segundo Catastro de Personas en Situación de Calle de 2013 del Ministerio de Desarrollo Social, en la región 714 personas viven en esta condición y de esta cifra, Antofagasta tiene el porcentaje más alto a nivel nacional (71,9%) de pernoctaciones en espacios públicos, lo que de alguna manera explica la gran cantidad de estas ocupaciones en plazas, paseos, parques y la costanera.
Todo indica que esa cifra se ha incrementado en los últimos meses, lo que parece cierto, recorriendo los distintos espacios públicos de la ciudad.
Las locaciones más comprometidas están ubicadas en el parque Brasil, el sector frente al mall, la costanera, la plazoleta de avenida Argentina con Copiapó, detrás del Terminal Pesquero y el supermercado Lider, una toma al costado de la línea del ferrocarril frente al cementerio, calle Eduardo Lefort al llegar al hospital y el perímetro del Barrio Histórico.
Muchos vecinos exigen erradicar a estas personas por los evidentes perjuicios que observan cotidianamente. Muchos detectan consumo de alcohol y drogas, además de la suciedad que queda en estos sitios, lo que es evidente ya que no cuentan con ningún servicio básico a la mano.
No obstante, debe decirse que la mera salida de estas personas no es una solución definitiva. Por más difícil que sea, resulta evidente, y así lo dice la experiencia, se requiere un trabajo personalizado y de largo plazo para rescatar a quienes hoy viven en las calles. Ello es complejo y costoso, pero no hay otra manera.
La mera represión sólo termina en que los afectados migran hacia otros lugares, lo que equivale a esconder el asunto, pero no solucionarlo.
Antofagasta debe ser capaz de dar una solución concreta y real a esta triste realidad.