"Canastas Olímpicas"
Alberto
Pescio
comentarista deportivo
Cuando el balón se eleve el 6 de Agosto en el Arena Carioca 1 de Río de Janeiro con Francia y Australia dando inicio al deporte de la canasta, la emoción invadirá a los seguidores de una de las disciplinas más espectaculares. La historia nos dice que el baloncesto está presente en las Olimpiadas desde Berlín 1936 cuando EE.UU le ganó a Canadá 19-8.
En las 17 ediciones de las Olimpiadas, los norteamericanos son los dominadores absolutos con 17 medallas - 14 oros, 1 plata y 2 bronces, seguidos por los rusos con 9. Y eso que no participaron en Moscú 1980 por razones políticas. Este deporte puede deparar la incertidumbre hasta los últimos segundos. Nadie puede dar por sentado que ganará o perderá un partido faltando 3 o 5 segundos para su término.
En la tierra de la samba, la pelota de color naranja verá danzar a los modernos atletas del equilibrio y belleza plástica. El sudor y la velocidad se mezclarán con la habilidad de sus protagonistas. Y puestos a dilucidar quien se llevará el oro, el gran favorito es EE.UU. A pesar de la ausencia de Lebron James y Stephen Curry, los norteamericanos cuentan con Keving Durant, Irving y Carmelo Anthony rodeados de segundos espadas de una enorme calidad.
Asomando la cabeza como segundos favoritos aparecen los españoles y franceses. España ha sido segunda en las dos últimas olimpiadas contando con una histórica generación de jugadores entre los cuales están los hermanos Gasol, Calderón, Riky Rubio, Rudy Fernández y Mirotic todos ellos con experiencia en la NBA. Los franceses disponen de jugadores NBA tales como Tony Parker y Batum. Tampoco se debe de mirar en menos a Brasil como anfitriones y sobre todo a Lituania en donde el baloncesto es casi una religión.
No olvidamos su cuarto puesto en el Mundial 2014 y sus dos segundos lugares en sendos eurobasquets. Croatas y Serbios siempre tienen algo que decir y no sería sorpresa que le dieran un susto a cualquiera. ¿Quién triunfará? ¿Prevalecerá la fuerza y velocidad de los EE.UU o la estética y belleza táctica de los europeos? ¡A esperar!