Volta vs Rojo
Por su parte, el intendente Valentín Volta es un caballero con todas sus letras, reconocido en la ciudad como una autoridad seria, respetuosa, culta y moderada, con bastante tolerancia para soportar a la desatinada Sra. Rojo. El problema es que todo tiene un límite. Reiteradamente el intendente ha venido soportando la ignominia de los directos ataques e insolencias en contra del gobierno, a pesar de que su persona ha colaborado ampliamente con la expedición de todos los proyectos municipales, incluida la tramitación del vertedero.
La última falta de respeto que la alcaldesa profirió en contra de la Presidenta es una brutalidad que saca de quicio a cualquiera, pues no hay mujer en Antofagasta que se pueda comparar con la grandeza e inteligencia de la Sra. Michelle Bachelet.
AFP estatal
Sebastián Quinzán
Alcaldes
Mejor trabajaba solito don Esteban, pues ahora forma parte de un grupo de alcaldes faltos de ideas e imaginación que han quedado como chalecos de mono ante el gobierno. ¿Qué habrá pensado la Presidenta cuando escuchó hablar al interlocutor que representó al grupo?
Fue la mandataria quien perdió su valioso tiempo, atendiendo personas que no tenían nada importante que decir ni entregar para justificar la absurda solicitud. Sin embargo igual entregó algunos recursos que no se sabe que fin tendrán.
Me queda claro que la reunión de 22 no tiene sentido alguno, sólo podría servir para que la Presidenta haga entender lo que los alcaldes no son capaces de comprender. Por tanto, con la mano en el corazón no les queda más que la huelga para seguir perdiendo el tiempo.
Boletas
Luego de leer que "el CDA es un equipo que está en construcción", le quiero solicitar al DT, Sr. Fernando Vergara, que ojalá ésta sea la primera y última vez que entrega buenas razones para justificar derrotas. Estamos cansados de años y años igual, con excepción del último campeonato que pese a lo bueno, igual sufrimos hasta la última fecha. Necesitamos triunfos y no buenas razones.
Max Imola
Con respecto a las diferencias existentes entre el intendente Volta y la alcaldesa K. Rojo, es indiscutible que la animosidad y la enemistad provienen del modo de ser de esta última persona, la cual hace rato que viene demostrando su afán confrontacional, incluso con la mayoría de sus propios cercanos que optaron por hacerse un lado.
Cintya del Castillo V.
Los últimos acontecimientos conocidos nos demuestran que ya no es necesaria la AFP estatal, sólo basta con inscribirse en el Partido Socialista.
Mario Soto Real
Es de una ridiculez mayor que un grupo de profesionales estén preocupados de saber quién es el Sr. Sebastián Quinzán, después que El Mercurio lo catalogara como empresario y comentarista, cayendo de maduro que no existe tal grupo de profesionales, sino que un elemento lleno de banalidad y pacatería.
Hasta donde se sabe, el Sr. Quinzán fue un asesor comunicacional altamente bien catalogado por la alcaldesa Rojo, y ahora es un empresario que maneja distintos negocios, dando trabajo y pagando las patentes, gastos previsionales e impuestos que corresponden. Es lo que hace todo empresario.
No hay que escribir en una columna o revista para ser comentarista, por lo que sorprende que los supuestos profesionales no entiendan algo tan básico. Yo misma, a través de estas líneas oficio de comentarista -sin que nadie me conozca- al responder a la obtusa nota del Sr. Exequiel Gómez Torres.
Por último, cualquiera se da cuenta que don Exequiel sí conoce a Quinzán, y mucho. El detalle es que de sus palabras se colige que siente una gran admiración por él, pero le tiene un cierto odio porque no lo pesca.
Aída A. Marcoleta
Se equivocó el alcalde de Calama con arrastrar al resto de sus colegas, en una demanda económica permanente tan sólo para la II Región que no tiene ninguna sustentación de peso que justifique tamaña exclusividad, no teniendo ninguna de las comunas la más mínima idea de proyecto que represente un desarrollo para la ciudad, la región y el país.
Marcelo Bruna Lyons
En algunos negocios de Antofagasta no existe la práctica de dar boletas. Una mala costumbre que cuesta millones de pesos al país.
René Segovia Silva