Diversas expectativas inundan el ambiente político del país, especialmente en Antofagasta, sobre la visita anunciada por el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, al puerto de la ciudad. El arribo del personero boliviano no ha estado exento de polémica, pues él ha levantado un manto de suspicacia sobre supuestos atropellos e incumplimientos al tratado de 1904 en la actividad portuaria sostenida entre Antofagasta y Bolivia. Una nueva acusación que activa las formalidades diplomáticas nacionales, pero que reprime el sentir de la ciudadanía.
En el contexto de esta visita, que abarca también el puerto estatal de Arica, no ha sido visible un discurso regionalista que abarque más allá de los meros protocolos. La comitiva boliviana llegará a ambas ciudades para acusar a Chile de impedir el comercio boliviano y, en las comunas, la opinión de los alcaldes no ha sido considerada.
Nuevamente se acusa a Chile injustamente, dejando que la amnesia se apodere también de los conflictos históricos. Sólo por recordar algunos episodios ambientales de los cuales Antofagasta sí ha sido víctima de los dañinos efectos que ha tenido esta relación comercial, hay que recordar el caso de los "niños de plomo", sobre el cual acumulamos graves evidencias de contaminación durante 10 años.
La historia dice que el acopio de dicho mineral boliviano en el Patio Norte del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB), ocupado mediante comodato por la Agencia Aduanera de Bolivia, generó severas secuelas para la salud, especialmente a los menores.
Dicho conflicto culminó con el traslado del plomo fuera del radio urbano, en Portezuelo, y con demandas judiciales de los vecinos contra la empresa. No obstante, hoy ¿quién reclama los derechos de dicho tratado internacional? Hasta hoy, existe una sensación de vacío de poder, un vacío de representación de la voz del pueblo.
Las acusaciones y el odio sembrado en la frontera definitivamente no hacen bien a ambas naciones, se debe fomentar una mejor convivencia ciudadana. Aunque también es importante que no se boicotee o repriman las voces que defienden el sentir de la ciudadanía, una opinión, un video no hace daño. El vacío de poder regionalista, sí.
Karen Rojo Venegas
Alcaldesa de Antofagasta