Mauricio Mondaca

La Presidenta Michelle Bachelet defendió ayer el mecanismo que propuso el Ejecutivo para llegar a la gratuidad universal en la educación superior. Aunque establece un plazo para beneficiar a los primeros seis deciles y luego plantea una fórmula, sin fechas, para avanzar a la cobertura total en base al crecimiento económico futuro, la Mandataria explicó que la iniciativa "es posible".

"La educación superior gratuita y buena para todos es lo que queremos y es posible", aseguró la Jefa de Estado al inaugurar una farmacia popular en Pedro Aguirre Cerda.

Gradualidad y calidad

Bachelet añadió que "se trata que haya gratuidad, pero de calidad y porque creemos firmemente en ella y somos responsables, es que hemos propuesto un mecanismo realista, por un lado, gradual, para que vayamos poco a poco haciéndola universal".

"Es la mejor manera de poder garantizarla, porque si decimos cien por ciento y no tenemos los recursos para aprobarlo, después todo el mundo dice 'esto no sirve y echemos vuelta atrás'. No queremos que haya vuelta atrás, queremos que la educación sea un derecho social, aunque ese derecho lo vayamos gradualmente conquistando para todos", explicó ante la audiencia.

Beneficio garantizado

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, manifestó ayer que de aprobarse el proyecto de ley enviado por La Moneda al Congreso la gratuidad universal estaría garantizada "sin ambigüedades".

"El proyecto de ley propone cómo se va hacia allá, y si es ley no hay ninguna duda que en algún momento llegaremos a eso", explicó.

El jefe de las finanzas públicas agregó que la coyuntura económica explica porqué no se llegó al 70% de gratuidad en este Gobierno.

"Sería irresponsable, creo yo, no reaccionar a esa realidad. Y es por eso que el proyecto de ley propone una gradualidad distinta para ir avanzando hacia más gratuidad, dependiendo de las condiciones económicas", aseguró Valdés.

Valdés se refirió al tema un día después de que señalara que "con la carga tributaria actual" era posible "financiar cierto avance de gratuidad".

En medio de las críticas cruzadas a la iniciativa, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, detalló ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el proyecto de reforma a la educación superior. Junto al ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, la secretaria de Estado expuso el detalle de la iniciativa y recalcó que "la reforma educacional no es infinita", destacando que las transformaciones abordan la educación parvularia, escolar y ahora terciaria.

El ministro del Interior, Mario Fernández, comentó que "cuando se planteó una reforma educacional de esta envergadura era previsible que iba a remover una multiplicidad de intereses y visiones. A mí no me ha sorprendido".

Protesta en el congreso

Un grupo de estudiantes llegó hasta la parte alta del edificio del Congreso Nacional en Valparaíso para protestar por la reforma educacional. Junto a los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, desplegaron una bandera con el lema "Otra democracia. Educación pública gratuita y de calidad".

En medio de las críticas cruzadas ante el modelo para financiar la gratuidad, el senador socialista Fulvio Rossi, miembro de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, reconoció que se debe hacer un "mea culpa" desde la Nueva Mayoría a raíz de las "expectativas" desmedidas generadas en este ámbito.

"Es imposible plantear, de la noche a la mañana, entregar gratuidad a un millón 200 mil estudiantes, por más que uno quisiera, porque el país no tiene los recursos. Hay que hacer el mea culpa y la autocrítica", dijo Rossi.

"Se generaron expectativas que no se podían cumplir, pero también es cierto que este Gobierno prometió 705 de gratuidad y estamos al debe con un 10 por ciento", agregó el legislador citado por radio Cooperativa.

Críticas opositoras

Desde la oposición aumentaron las críticas al proyecto. "Es un gran engaño", manifestó el diputado José Manuel Edwards (RN), mientras su par de la UDI, Jaime Bellolio, recordó que "el programa de Gobierno decía que iban a alcanzar la gratuidad universal en seis años, (pero) después dijeron que iba a ser un 70%, luego que iba a ser un 60%, y ahora que va a quedar para otros Gobiernos".

Los rectores de las universidades estatales también plantearon sus dudas respecto de la iniciativa.

Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, advirtió que en el texto "las puertas para el lucro no están claramente cerradas ni se toma con responsabilidad transformar el sentido de la universidad y la educación".

Aldo Valle, vicepresidente del Consejo de Rectores de las Universidades (Cruch) y rector de la U. de Valparaíso, aseguró que en el proyecto "hay varias contradicciones".

Apoyo a entidades

Desde el Partido Comunista, la diputada Camila Vallejo expresó que espera que en el proyecto "quede establecido cómo el Estado va a potenciar y desarrollar las instituciones públicas, estatales, sin excluir, obviamente, y sin perjudicar ni discriminar al resto del sistema, con el marco regulatorio que corresponda".