Colombianos residentes analizan histórico cese al fuego de las Farc
PAZ. El grupo guerrillero llegó a un acuerdo con el gobierno para entregar las armas, pero después de 50 años, hay dudas sobre el futuro.
La firma del acuerdo que pone fin al fuego entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), abre una nueva realidad para la nación que ha soportado 52 años de enfrentamientos con la guerrilla fundada en 1964 y, que se calcula, ha dejado cerca de 260 mil muertos.
Sin embargo en un hecho histórico, la guerrilla más antigua del continente dejará las armas, luego que el pasado el jueves La Habana (Cuba), firmara un acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos para poner el fin a las acciones militares.
Se trata de un hecho del que Chile no está ajeno, porque la Presidenta Michelle Bachelet participo en la firma del acuerdo, ya que durante las negociaciones el país estuvo como acompañante junto a Venezuela. Cuba y Noruega actuaron como garantes del proceso.
Antofagasta tampoco queda al margen de este episodio debido a la gran presencia de la colonia colombiana en la ciudad. El suceso -catalogado como histórico en el continente- es analizado por los residentes, quienes tienen sus dudas respecto del futuro del acuerdo.
Opiniones
Para Adolfo Salazar, miembro de la colectividad colombiana, de la cual es el presidente de la comisión de finanzas, esta firma es una esperanza para todos sus compatriotas.
El dirigente dijo que "es totalmente positivo y lo veo con optimismo. De seguro traerá muchos beneficios para terminar con una guerra absurda".
Sindy Giraldo tiene 27 años, lleva cinco viviendo en la ciudad y sostuvo que "es un momento importante y ojalá resulte".
Ella y su familia sufrió la violencia de la guerrilla cuando les arrebataron las tierras donde vivían.
"Puede que no haya paz completa, pero esto se tenía que hacer, son 50 años de guerra, violencia y sufrimientos, entonces espero que sea algo positivo para todos", expresó Sindy con emoción.
Dudas
Sin embargo, no todos confían en que la firma del tratado de alto al fuego tenga frutos verdaderos. Adriana Flores (30) y con cuatro de residencia en Antofagasta, expresó que la solución no será real sino se hace algo a nivel económico.
"Las personas no tienen trabajo y al no tener oportunidades caen en este tipo de cosas como la guerrilla. Si no se invierte en el pueblo, en educación, en empleo esto va a continuar", afirmó la joven.
La misma idea manifestó Sandra Colorado, "no creo que vaya a cambiar o mejorar algo, todo sigue igual, a mí me pasó que en diciembre mataron a una prima de 19 años".
Viviana Marín llegó a la ciudad cuando tenía 20 años y en la actualidad trabaja y estudia prevención de riesgos. Dijo que "los beneficios serán para los guerrilleros, no para las personas que han sufrido, como son los campesinos".
Contó que en su infancia vivió fue desterrada con su familia del lugar donde vivían, una situación que genera más pobreza a quienes la sufren.
Con cuatro años en la región, Yenifer Arias, de 27 años, espera que todo resulte bien, pero cree que hay algo turbio. La joven estudiante agregó que esto "no puede ser tan fácil".
Daniela, Pérez,, vendedora
"Me parece que no es una buena idea, porque la maldad va a seguir. No creo que sea un paso al futuro, no es de mucha ayuda".
Viviana, Marín,, estudiante
"Creo que no ayuda mucho, porque hablan de paz, pero aún existen grupos que seguirán, esto tiene como raíz la pobreza".
Sandra, Colorado,, auxiliar de aseo
"No creo que la firma del tratado vaya a terminar con la violencia en el país. Por que no van a ayudar a las personas".
Yenifer, Arias,, estudiante
"Lograr la paz, creo que sería muy bueno que sea así. Pero me parece que hay algo turbio, no puede ser tan fácil".
Adriana, Flores,, vendedora
"El cese viene de muchos años atrás, pero siempre siguen sucediendo las mismas cosas y de eso el gobierno no habla".
Gustavo, López,, taxista
"Es bueno para Colombia, se va terminar el miedo y traerá muchos beneficios, de hecho pienso volver en un año más".
20.000 armas se estima que entregarían las Farc. Se estima que por cada combatiente existe al menos un armamento.