Del Mar
Los puertos de Chile han sido descritos y cantados largamente por escritores de tan ilustre nombradía como Salvador Reyes, considerado como uno de los mejores marinistas de la literatura chilena; perteneció a la Hermandad de la Costa en la que alcanzó el grado de Capitán de Alta Mar; entre sus títulos fundamentales: "Barco Ebrio" (editado por Andrés Sabella) y "Las mareas del sur;" en prosa, entre otras, "Valparaíso, puerto de nostalgia". Un fragmento de su poema "Espejo", dice que "Dentro de mí hay un viejo lobo de mar/ el buen piloto de un bergantín negrero".
Pablo Neruda ha aportado, entre otros títulos, "Regresó la sirena", "Por las costas del mundo", "Navegaciones y regresos", "La barcarola"; poemas con esta temática, destaca "El fantasma del buque de carga: Distancia refugiada sobre tubos de espuma, sal en rituales olas… y un olor y rumor de buque viejo, de podridas maderas y hierros averiados… empujando la proa, tragando y tragando distancias…"; "El primer mar: Descubrí el mar. Delgado niño o pájaro… iba solo en la proa… y cuando el mar de entonces se desplomó… se me agrandó la patria… entró la ola con su trueno y se extendió mi vida con un golpe de mar, en el espacio".
Andrés Sabella, figura múltiple de la vida intelectual chilena, dentro de sus creaciones se puede nombrar "Canciones para que el Mar juegue con nosotros", "El Mar tiene veinte años", entre sus poemas clásicos, "Los tejedores de redes: Este es el rudo mar del Norte, el que acaricia la soledad de sus desiertos".
En sus palabras está viva y latente buena parte de la historia marítima de Chile, de sus hazañas navales y del tránsito interminable de las mercancías, coronación de la aventura humana de nuestro hombre de mar, temerario por naturaleza, inquieto y trotamundos por oficio de eternidad.
Para Gabriela Mistral, "Valparaíso, puerto mayoral del Pacífico, es visión que recupera para la literatura la activad múltiple y pintoresca del tránsito naviero, donde los barcos entran y salen de la bahía.
Mario Ferrero