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Pizzi
No creo equivocarme, pero desde que se empezaron los trabajos a la fecha de hoy van más de cuatro meses que se instaló y está listo el semáforo ubicado en calle Méndez c/Av. Andrés Sabella (sector cementerio).
En las horas peak es sumamente difícil cruzar estas calles y la pregunta que nos hacemos los que a diario pasamos por acá, es si la autoridad espera un accidente o que venga la Presidenta a su inauguración.
Si hay una ciudad en Chile donde todo es muy lento se llama Antofagasta.
Patricio Paredes T.
El aumento de los delitos violentos en nuestro país, no es sólo una percepción que compartimos millones de chilenos. Es un hecho objetivo.
Hace algunos días, el Gobierno publicó la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad (ENUSC) que mide anualmente el número de hogares victimizados, y que en esta oportunidad correspondió a los datos de 2015.
Lamentablemente en este estudio, el índice de victimización llegó a un record de 26,4% de los hogares del país, subiendo respecto de 2014 un 2,9%, la segunda mayor alza desde que se realiza esta encuesta, y aumentando un 3,6% en comparación con 2013.
La Región de Antofagasta alcanzó una elevada cifra de victimización, alcanzando un peligroso 25,6%, con un alza del 1,1 % en relación a 2014.
Este aumento de la delincuencia es consecuencia directa de la incapacidad del Gobierno de la Nueva Mayoría para combatir con acciones firmes y decididas las nuevas formas de delinquir, y que sumado a la falta de apoyo concreto y efectivo a Carabineros de Chile, ha generado una sensación de impunidad en la comunidad ante este permanente aumento de delitos, de los cuales la mayoría de las denuncias finalizan sin establecer condena alguna.
Han pasado más de 2 años de Gobierno de Michelle Bachelet y hasta ahora incluso una parte importante de los integrantes de la coalición oficialista continúan impidiendo avanzar hacia mayores niveles de protección y prevención de delitos en favor de la inmensa mayoría de los chilenos.
Claudio Radonich
Soy parte hace 3 meses del 6.4% de cesantes del país. Cesante, sin trabajo, sin ingresos, sin capacidad de pagar deudas. He debido vender mis cosas para sobrevivir mientras consigo un trabajo. Hoy fui al Tribunal de Familia para consultar el significado de un correo que me enviaron, me enteré que mi expareja pidió una orden de arresto por no pagar la pensión en estos tres meses. Ingenuamente llevé la carta de despido y las 12 últimas cotizaciones que acreditan mi ausencia de ingresos, sin embargo la señora que me atendió me dijo que la Ley dice que con trabajo o sin trabajo debo pagar igual ya que la ley "presume la capacidad de ingresos". Le pregunté como podría pagar si ni tengo trabajo, sueldo, ingresos, etc. ¿Debo robar o asaltar un banco? ¿Debo traficar? Si lo hago pago la pensión y me voy preso, si no lo hago, voy preso igual. La ley debe ser justa para ser legítima.
¿Cuántas personas estarán en la misma situación que yo? Quizás el ilustre Magistrado nunca ha estado en la misma situación que yo, con la desesperación y la angustia de ser desalojado de un día para otro por no pagar el arriendo, de comer cada dos días para economizar.
Mi delito es estar cesante. Me pregunto cuál de los respetables parlamentario fue el tarado que no fue capaz de pensar lógicamente. Quizás debo suicidarme como hacen los desalojados en España o quemarme a lo bonzo frente al tribunal para que entiendan.
C.I. 10.307.885-7
No bastan las declaraciones de Lorena Fries, directora del INDH, hay que ampararlas en hechos concretos. Que diga la directora a la opinión pública cuántas querellas y/o denuncias ha presentado en favor de los DD.HH. de los carabineros cuando estos han sido agredidos.
Carlos Vega Jiménez
Actualmente se producen sistemáticas acciones antisociales que mezclan lo delictual y lo político. Al no ser debidamente contrarrestadas, aumentan su alcance, gravedad y daño a todos nosotros.
Por motivos injustificables, no ha sido abordada esta crítica situación, persistiendo nuestra creciente indefensión y vulnerabilidad. Ganará amplia adhesión quien logre revertir esta peligrosa crisis.
Patricio Farren Cornejo
¡Qué macana, Macanudo!
José Luis Hernández Vidal